Desde que comencé a dar clases en la universidad en 1999 siempre he estado vinculado con asuntos relacionados con la violencia política, especialmente con el terrorismo, la guerra y formas conexas -paramilitarismo, insurgencia, guerrillas-. Durante 25 años he sido profesor, primero en la Universidad Pontificia de Salamanca -posteriormente fui allí vicedecano- y ahora en la Universidad Loyola Andalucía, en donde también soy vicedecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas desde 2015. He impartido clases de grado, posgrado y doctorado en universidades de Europa (Italia, Portugal, por ejemplo), América (Colombia, Chile, entre otras) y África (Angola), así como en otros centros civiles y militares. He llevado a cabo tareas de formación de miembros de servicios de inteligencia civil y militar. He realizado dieciséis estancias de investigación en universidades de prestigio de cuatro continentes distintos -American University de Beirut, Hebrea de Jerusalén, Católica de Lovaina, Wright State University en EE.UU., o Universidad de Buenos Aires, entre otras- y eso me ha permitido, además de ahondar en la investigación científica al uso, ampliar la red de contactos académicos, políticos y técnicos -como gobernantes, oficiales de las Fuerzas Armadas, o servicios de seguridad- necesarios para el correcto desempeño de las labores académicas. Gracias a ello he podido escribir ocho libros en editoriales nacionales e internacionales sobre orden internacional y conflictos, sobre terrorismo y antiterrorismo, de seguridad nacional en América, sobre guerra y desinformación, y de conflictos en Oriente Próximo -entre otros temas-, y alrededor de setenta publicaciones científicas en diez países distintos entre capítulos de libro y artículos científicos. Esta trayectoria ha tenido la utilidad de que ha servido también para su aplicación directa a asuntos de seguridad pública. Ejerzo de colaborador, asesor y consultor externo de Fuerzas Armadas, gobernantes en ejercicio, candidatos electorales y de departamentos especializados en seguridad en Iberoamérica. El fin es que el trabajo científico tenga impacto político y social y que influya en las políticas públicas. Esas labores se complementan con tareas de difusión en radios, televisiones y prensa, a escala autonómica y nacional en España como colaborador del diario El Mundo o El Español, por ejemplo- y especialmente en Iberoamérica como analista de asuntos internacionales en canales televisivos de cobertura panamericana-. Asimismo he participado en proyectos de investigación en España y en el extranjero, he coordinado la movilidad estudiantil, soy miembro del comité editorial y científico de diversas revistas, referee de otras, evaluador de proyectos fuera de España, asesor de ONG, miembro de asociaciones científicas y de centros de estudios estratégicos y políticos.