El Servicio de Evangelización y Diálogo, Loyola SED, ofrece los grupos de fe Loyola Magis, una propuesta de interiorización y experiencia de fe. María Sánchez, Claudia Arques y Patricia Terrez son estudiantes de Loyola y han querido contarnos su experiencia.
Los grupos de fe te ofrecen un espacio de reflexión donde se pueda alimentar y hacer crecer la fe de quienes se reconozcan creyentes. Se propone un nuevo camino a recorrer, a la luz de la espiritualidad ignaciana, compartiendo horizontes y avivando el compromiso con nuestra realidad.
Un momento esencial en la semana para parar y agradecer
María Sánchez, del grado en Educación Infantil, Claudia Arques, del Grado Doble en Educación Primaria + Educación Infantil, y Patricia Terrez, del grado en Psicología, participan en estos grupos y nos han querido contar por qué es importante para ellas este camino que ofrece Loyola SED.
“Para mí los grupos de fe son un momento esencial en mi semana, aunque tenga muchas cosas que hacer siempre le saco un hueco” cuenta María Sánchez. Además para ella “es el momento de la semana que tengo para pararme y agradecer todo lo que me haya pasado esa semana, o para darme cuenta de que algo tengo que cambiar”.
Recordar las cosas más importantes del día a día
Si Claudia tuviera que describir en una sola palabra su experiencia con los grupos de fe sería paz “es un momento de tranquilidad, donde se crea un vínculo acogedor en el que podemos confiar y apoyarnos mutuamente”. Durante el tiempo que ha estado en los grupos “he podido liberarme un poco del estrés que tenemos durante el curso y recordar las cosas más importantes del día a día” añade.
"Dios está presente en cada gesto, persona, vivencia..."
Para nuestra estudiante de Educación, tener un espacio de reflexión y escucha “en los que podemos expresarnos y conocernos un poco más, nos permite aprender de los demás, abrirnos y recordar que Dios está presente en cada gesto, persona, vivencia...”.
La mejor forma de vivir la fe: compartiéndola
La principal motivación de Patricia Terrez para ir a estos momentos de reflexión y fe compartida “es tener un ratito en la semana con un grupo en el que compartir y poder centrarnos en lo realmente importante”. De cada reunión “me llevo siempre algo, que meto en mi mochila, pero son de esas cosas que no pesan” dice.
"Desde mi punto de vista la mejor manera de vivir la fe es compartiéndola con los demás"
Pero sobre todo “por lo que más me siento feliz es por el grupo, que desde mi punto de vista es la mejor forma de vivir la fe: compartiéndola” nos cuenta. Añade que, para ella, de esta manera se enriquecen los unos de los otros “creamos un vínculo muy especial entre nosotros y hacemos piña”.
Todas esas reuniones las prepara Belén, responsable del SED en Sevilla “ con muchísimo cariño y entrega, cada una tratando sobre un tema distinto, de los que no estamos acostumbrados a hablar y escuchar en nuestra vida cotidiana” ha concluido.
