El grado en Criminología te prepara para convertirte en un profesional capaz de comprender las causas de los hechos delictivos y realizar un análisis exhaustivo de la conducta criminal para establecer los cauces más eficaces para prevenirla y tratarla.

En este sentido, el plan de estudios de este grado en Loyola capacita a sus titulados para el ejercicio profesional en todo un conjunto de ámbitos relacionados con la delincuencia, en los aspectos relacionados con el hecho criminal desde sus distintas perspectivas de prevención, control e intervención, y desde todas sus vertientes: delincuente, delito, víctima y control social.

De hecho, uno de los aspectos diferenciales de la propuesta formativa de Loyola es el claro perfil de intervención social que caracteriza a su plan de estudios, con asignaturas orientadas a la comprensión de la problemática social y a la intervención práctica para combatirla.

Su carácter práctico e innovador se refleja en proyectos como el denominado “Aprendiendo Juntos” que tiene su origen en una experiencia similar desarrollada por el Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge, y que Loyola desarrolla de manera pionera en España. En él, estudiantes de Criminología de Loyola e internos del Centro Penitenciario de Sevilla 1 realizan juntos un curso de derecho y criminología de carácter teórico y práctico dentro de los muros de la prisión y está basado en el uso de técnicas de enseñanza transformativa.

En la Universidad Loyola te ofrecemos la posibilidad de elegir la disciplina en la que te quieras especializar, optando por estudiar Criminalidad Internacional o Intervención Psicológica en el Ámbito Criminal, con ampliación en Humanismo y Ética. Y puedes combinar tu Grado en Criminología con los de Psicología o Derecho, que completan de forma extraordinaria la profesión del criminólogo y multiplican sus opciones de empleo.

La profesión de criminólogo abarca muchos campos y cuenta con numerosas salidas laborales. Entre ellas, se encuentra el ámbito policial, en la que se pueden desempeñar funciones generales policiales, criminológicas, victimológicas y criminalísticas de la administración policial, en unidades especializadas, como de violencia intrafamiliar o delincuencia socioeconómica. Pero también otros como el ámbito penitenciario y vigilancia penitenciaria, en el que se realiza la valoración criminológica para clasificación y tratamiento de los internos; la mediación penal o el peritaje criminológico, entre otros.