Abstract |
La Palabra que Dios comunica a los hombres llega a nosotros a través del cauce del lenguaje humano; este carácter auténticamente humano de la Sagrada Escritura, ya por sí solo, revela el profundo secreto de Dios. Dios ama a los hombres. Hablando en su lenguaje, Dios se comunica con ellos, se hace comprender de ellos, y, al mismo tiempo, restituye al lenguaje humano su verdad. La autora recorre la manifestación de esa palabra en la literatura del Antiguo y del Nuevo Testamento y desvela que se manifiesta, primero, como portadora de vida, pero, además, como palabra que se escucha privilegiadamente en espacios privilegiados como la creación, el desierto, la ley y las mujeres. |