La Universidad Loyola, con motivo del fin del curso académico ha celebrado una jornada dedicada a los alumnos de la Escuela de Doctorado de todos los programas para ofrecerles una serie de técnicas dedicadas a conseguir la mayor motivación durante el desarrollo del programa.
El camino de desarrollar una tesis es en casi todas las ocasiones un camino largo y difícil en muchos momentos, lleno de exigencias, datelines y momentos de frustración. Es por ello que es necesario entrenar la motivación y tener una serie de estrategias que ayuden a mejorar dicho itinerario y llenarlo de sentido en cada paso y cada momento.
Para ello, la escuela de doctorado contó con la ayuda del profesor Javier Alés. El profesor titular de la Universidad Loyola experto en mediación ofreció una charla a los presentes titulada “La importancia de generar nuevo conocimiento. Creatividad y motivación y el éxito en la Universidad”.
Casi una veintena de alumnos de la Escuela de Doctorado de la universidad Loyola de los programas de Desarrollo Inclusivo y Sostenible, Ciencia de los Datos, Psicología y Teología, participaron en la dinámica guiada por Javier Alés Y María Luisa Rodero, experta en la Universidad Loyola en Ciencias de los Datos y directora del programa de doctorado del mismo nombre.
El tiempo fue una de las características necesarias para la motivación y el desarrollo del doctorado con las mejores capacidades y rendimiento a la que más se aludió. Un concepto, el tiempo, sobre el cual se reflexionó con un cambio de perspectiva desde que sobrevino la pandemia, ganando más la importancia del corto plazo y de las posibilidades que ofrece esta nueva visión de este.
Un componente necesario indispensable al que se aludió fue la creatividad, como elemento necesario en el desarrollo de la tesis. “La creatividad es conocimiento, imaginación, desarrollo de nuevas ideas y libertad de pensamiento, todos elementos que también constituyen el desarrollo de una tesis”, destacó Javier Alés, así como “la curiosidad por conocer, la inquietud como una parte importante del trabajo del futuro investigador”.
Los seis sombreros de pensar
Las trabas siempre presentes, fue el tema principal al que se ofreció la estrategia principal, que es la amplitud de perspectivas mediante una técnica denominada “De los seis sombreros de pensar”. Todas las trabas que el doctorando se encuentra en el camino se evaluaron desde seis puntos de vista distintos, mediante seis sombreros imaginarios que cada uno representa una visión del problema: Sombrero azul: es el que controla al resto de sombreros; controla los tiempos y el orden de los mismos, el blanco el de los datos, el que permite de pensar de una forma más objetiva, el rojo el del punto de vista de las emociones con las que se observan los problemas, el negro es la visión más negativa, el amarillo el de la más positiva y el verde el de las posibilidades creativas.
Mediante estas técnicas los doctorandos intercambiaron formas de pensar y perspectivas sobre las expectativas y metas, el apoyo de la universidad y de los directores de tesis, sentimientos con respecto a los tiempos límites, y las estrategias y frustración a la hora de afrontar la tesis. Así, el cambio de sombrero y de visión se convirtió en una estrategia con el fin de que cambiando de visiones y teniéndolas todas presentes, es posible caminar hacia delante.
