María Rodríguez: "El doble Grado en RRII y Comunicación es una carrera con mucho potencial"

16/06/2022

A María Rodríguez Tarancón ya le queda muy poco para ser doblemente graduada en Relaciones Internacionales y Comunicación. María tenía claro que quería estudiar en una universidad jesuita, sobre todo por la alta empleabilidad entre sus egresados y por el ideario y proyecto educativo que ofrecen. 

Pregunta (P): ¿Qué esta significando para tí estudiar en Loyola?

Respuesta (R): Significa estudiar cerca de casa en un campus pequeño donde al final nos conocemos todos y actuamos como una gran familia: vivimos momentos de penas y llantos y, por otro lado, alegrías e ilusiones.

«El sistema internacional tiene su propio lenguaje y comprenderlo nos ayuda a entender por qué se toman las decisiones que se toman y cuáles son las motivaciones, deseos o implicaciones que hay detrás de ellas».

(P): ¿Por qué elegiste estudiar el doble grado de RRII y Comunicación?

(R): Relaciones Internacionales y Comunicación es una doble que tiene mucho potencial: comprender cómo funciona el mundo desde el punto de vista internacional y analizarlo desde los grupos que tienen el control de este. El sistema internacional tiene su propio lenguaje y comprenderlo nos ayuda a entender por qué se toman las decisiones que se toman y cuáles son las motivaciones, deseos o implicaciones que hay detrás de ellas.

(P): ¿Cómo ves tu futuro profesional?

(R): Me gustaría trabajar en el Comité Internacional de la Cruz Roja o en alguna ONG orientada a la población en situación de exclusión social. Creo que son grandes labores que necesitan gente con voluntad de espíritu y ganas de comerse el mundo, puesto que es necesario cambiarlo en algunos aspectos. No es que todo sea tan malo como muchas veces quieren hacernos creer, sino que necesitamos poner nuestro granito de arena para resaltar que se están dando pasitos y grandes pasos por la sociedad.

(P): ¿Has realizado ya algún tipo de práctica?

(R): Hice las prácticas en Casa Árabe y ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. El trato, el cariño con el que me trataron fueron patentes desde el primer día. Casa Árabe ha sido mi segunda casa, tengo un recuerdo genial de ella. Sé que quiero dedicarme al ámbito de las Relaciones Internacionales,  esto solo ha servido para afianzar esa idea.

«Personalmente, los años de pandemia han hecho bastante mella en la moral del estudiante y eso es algo que se nota en la manera en la que nos relacionamos no solo entre nosotros sino también con la institución».

(P): ¿Qué valoras más de tu formación, qué te está aportando también personalmente?

(R): Dejando de lado los aspectos técnicos de las asignaturas, a que la vida no es tan sencilla como querríamos, haciendo necesario que tomemos decisiones complejas o nos veamos en situaciones incómodas. Personalmente, los años de pandemia han hecho bastante mella en la moral del estudiante y eso es algo que se nota en la manera en la que nos relacionamos no solo entre nosotros sino también con la institución. El “telecole”, como lo hemos bautizado los estudiantes, supuso una experiencia en la que no nos gustaría volvernos a ver, por lo que a grandes rasgos queremos evitarla a toda costa. De hecho, pasamos más tiempo en la universidad por el aspecto social y comunitario que por el formativo.

«A lo largo de la carrera nuestras aspiraciones cambian, las metas se consiguen o se cambian y nuestros amigos nos empujan a explorar circunstancias que de otra forma no conoceríamos»

(P): ¿Qué le dirías a un estudiante en su primer día en la Universidad Loyola?

Parece que la sociedad nos ha impuesto que tenemos que saber lo que queremos hacer con nuestra vida desde el minuto en el que ponemos un pie en la universidad. Y la realidad está bien lejos de eso. A lo largo de la carrera nuestras aspiraciones cambian, las metas se consiguen o se cambian y nuestros amigos nos empujan a explorar circunstancias que de otra forma no conoceríamos.

No tengáis prisa por crecer porque al final lo único que merece la pena es la vida que te aporta el presente; el pasado ya se fue y el futuro no está escrito.

(P): ¿Recuerdas algún momento importante de tu paso por la Universidad?

(R): Las comidas en la cafetería y las tardes de biblioteca. Se agradece encontrar una cara amiga siempre dispuesta a un buen café tras un cuatrimestre largo y abrumador. Es un poco en la línea de lo que decía antes. Al final el recuerdo de esta etapa de nuestra vida no serán las clases, ni las notas ni los profesores. Serán los recuerdos compartidos entre los tuyos, los descansos en la puerta del edificio 3 del campus de Córdoba y los momentos que te hacen crecer como persona.

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