David Rivero es estudiantes del Doble grado en Ingeniería de las Tecnologías industriales y ADE Bilingüe y todo un emprendedor. Desde octubre, ha puesto en marcha UniHop, una plataforma de car-sharing para estudiantes, especialmente en el entorno de la Universidad Loyola.
David siempre ha tenido mente y alma emprendedora. “Desde que soy pequeño he querido ser ‘jefe’ y más adelante lo estoy llevando a cabo”. En pandemia, vendió geles hidroalcohólicos con olor a incienso de semana santa durante la época de COVID. También, hizo un proyecto en su colegio, junto a mi profesor de matemáticas, por el que nombró una calle como “Matemáticas” en la ciudad de Sevilla. “Ahora es UniHop, y una vez acabe la carrera, me gustaría seguir por el camino de emprendedor, pero con proyectos mucho mayores”, explica el alumno.
“En España no existe una cultura emprendedora y quizás esto haga más complicado el hecho de emprender y aún más a temprana edad. De todas maneras, esto va cambiando poco a poco tanto en España como en Sevilla”.
Está app se puede descargar en Google Play para Android y en App store para IOS. Su objetivo principal es ayudar en cuanto a comodidad a las personas que no tienen vehículo propio para ir a la universidad.
El alumno David Rivero en el campus de Sevilla.
“En mi caso, por ejemplo, antes de tener coche, iba andando a San Bernardo para coger el metro, después un autobús de línea de Dos Hermanas, y por último andar hasta el campus. En total echaba algo más de 1 hora, mientras que en coche se tardan 15 minutos. Ahora me encuentro en la situación de ir solo en el coche y pagar la gasolina yo solo. Si fuera con compañeros, compartiríamos los gastos y saldría más asequible por ambas partes”, reflexiona.
David reconoce que emprender es una tarea difícil en cualquier parte del mundo. Él compara emprender con el surf porque “una vez entras al agua, pasar el rompeolas es muy complicado y cansado, pero hay que seguir remando para coger una buena ola. Una vez pasas el rompeolas, llega un momento de calma en el que esperas la mejor ola. Cuando viene la ola que esperabas, existe el riesgo de caerte, que se clave la punta o incluso que se rompa la tabla; pero no por ello vas a dejar pasar la ola. Todo lo contrario, la surfeas lo mejor posible y con los movimientos más impresionantes que sepas”.
