'Tras las huellas de San Ignacio', una propuesta desafiante para quienes más se quieran afectar y señalar

18/03/2024

Desde el Servicio de Evangelización y Diálogo (SED) queremos presentar 'Tras las huellas de San Ignacio',  un programa formativo para alumnos que en los últimos años se está consolidando y dando frutos pastorales muy interesantes.

Consiste en una propuesta que abarca tres o cuatro años, de forma que cualquier alumno/a que empieza en la universidad pueda ir recorriéndolo a lo largo de los diferentes cursos hasta completarlo al tiempo que termina su periodo de estudio.

El objetivo de este programa es ofrecer a los jóvenes unas experiencias significativas que les ayuden a profundizar en su vida espiritual y que encuentren en la espiritualidad de San Ignacio las herramientas para mantener esa vida interior en el tiempo con ayuda de lo que pueda ofrecerles la Compañía de Jesús. Por eso en cada una de las experiencias hay tres elementos clave: la narrativa de la vida de San Ignacio, la espiritualidad propia ignaciana y el conocimiento de la Compañía de Jesús.

En el primer verano se les ofrece una experiencia de 10 días en Loyola. La casa natal del santo y los paisajes que la rodean constituyen un marco inigualable para la narrativa de lo que fue la conversión del joven Iñigo que será indispensable para profundizar en los contenidos del principio y fundamento de los ejercicios espirituales que irá guiando los primeros días de este viaje. Como el telón de fondo de estos días es la primera semana de ejercicios, el tema del conocimiento interior de ellos mismos y el tratar de poner orden en su vida será otra de las guías de cada jornada.

Cada jornada cuenta de manera fija con un tiempo de oración largo, que vaya instruyendo en la práctica espiritual, una actividad de descubrimiento, una dinámica de grupo sobre el tema diario y una formación sobre herramientas ignacianas. Esto va salpicado de otras actividades como excursiones a los montes cercanos, visita a la universidad de Deusto, a Donosti, a las comunidades jesuitas de estas ciudades, al santuario de Aranzazu y más sitios de interés.

El segundo verano, los diez días hacen el itinerario de dos días en Montserrat en clave de peregrinación, tres días en Manresa en clave de retiro y cinco días en Barcelona en clave de voluntariado. El objetivo es profundizar en el fruto propio de la segunda semana de ejercicios: la llamada y el Reino. Una vez más la narrativa de la historia personal de Ignacio en aquellas tierras sirve de marco para cada actividad. Así recordamos en Montserrat cómo decidió cambiar de vida ofreciéndole a la virgen su vida anterior y en Manresa cómo pasó largos tiempos de oración ahondando en su interior.

Toda esta experiencia va acompañada de encuentros testimoniales con personas o comunidades de gran interés como es la Comunidad Sant Egidio, la religiosa Sor Lucía Caram, Javier Melloni, o las comunidades MAGIS en Barcelona.

El tercer año se propone la participación en una de las Pascuas MAGIS  y un último viaje a Roma, donde en clave de 4ª semana profundizamos en la experiencia eclesial y la sinodalidad visitando los lugares donde Ignacio de Loyola pasó los últimos años dando forma a la Compañía de Jesús. El Gesú, la iglesia de San Ignacio desde una experiencia de “piedras vivas”, la curia general jesuita, la casa de formación de los futuros jesuitas, son algunos de los lugares donde tenemos encuentros muy interesantes con miembros de la Compañía que nos iluminan el camino. Así mismo visitamos la casa general de otras congregaciones de inspiración ignaciana como las Esclaves del Sagrado Corazón. No puede faltar en este viaje la visita al Vaticano y la audiencia general con el Papa Francisco que supone una especie de confirmación del camino que recorremos.

En un cuarto año y teniendo en  cuenta que la mayoría de los jóvenes que participan en estas experiencias, durante el curso forman parte de los grupos de fe que se reúnen semanalmente y en ellos van avanzando en su vida espiritual y en su compromiso cristiano, la oferta del verano consiste en 8 días de ejercicios espirituales. Es una experiencia que les puede ayudar a discernir en un momento clave de su vida que es el final de la carrera y en un ambiente de silencio y sin interferencias, por dónde encaminar sus próximos pasos.

De este completamos una oferta que consideramos que está resultando muy fructífera y que se enmarca claramente en las Preferencias Apostólicas Universales que nos llaman a mostrar el camino hacia Dios a través de los ejercicios espirituales y el discernimiento (1) y acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador (2).

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