El Diario Córdoba ha presentado la decimocuarta edición del Anuario Económico de Córdoba, una publicación que cuenta un año más con la colaboración de los investigadores expertos de la Universidad Loyola. En el marco de esta presentación, el rector de la Universidad Loyola, Gabriel Pérez Alcalá, ha pronunciado la conferencia “Hablando de economía española como adultos”.
Durante su intervención, Pérez Alcalá ha analizado la situación de la economía española postpandemia, así como el contexto político de la nueva economía. En este sentido, ha comenzado su conferencia indicando que “en España, el Gobierno y algunos medios se han acostumbrado a hablarnos de economía como si fuéramos críos en un vestuario o adolescentes en un patio, pero hablar como adultos es hablar de realidad”. Y para el economista, esta realidad refleja que “la economía española crece, pero no a su potencial, no diferencialmente más que las grandes economías europeas, por lo que no converge, y que no recuperará el nivel de renta de 2019 hasta el 2025 o 2026”.
Análisis de la situación postpandemia
Además, el rector de Loyola ha indicado que este crecimiento se realiza con importantes desequilibrios, entre los que ha mencionado “un déficit público que dopa la economía, provocado por una expansión del gasto público, que supera en mucho el crecimiento de la recaudación, y que empezó antes de la pandemia, generando un crecimiento de la Deuda Pública en niveles “italianos”, que habrá que ajustar en los próximos años”. Junto al déficit público, otro de los desequilibrios a los que se ha referido es la tasa de paro estructural “que no se resuelve con cambios legales que maquillan las estadísticas ni con la contratación pública”.
Para Pérez Alcalá, este paro, que ha calificado como “viejo y complejo”, está causado por “las rigideces del marco laboral, el coste de los impuestos sobre el trabajo que reducen la competitividad de las empresas, un permanente desincentivo a la creación de empresas y a su crecimiento, el aumento del intervencionismo y de la inseguridad jurídica y el desacople entre formación y ofertas de trabajo”.
Gabriel Pérez Alcalá durante su intervención
En tercer lugar, se ha referido al inesperado contexto inflacionario, provocado por la interrupción de las cadenas de suministro en la pandemia, la crisis energética provocada por la Guerra de Ucrania, una crisis de materiales básicos y materiales por la neutralización de Ucrania y otros elementos típicamente mediterráneos como la sequía, “que se centra en los elementos más volátiles de la cesta de la compra y se está conteniendo por la moderación salarial y los tipos de interés”.
Años de incertidumbre
En este contexto, ha criticado que el Gobierno de España “no tiene ninguna política económica porque no tiene una política de gasto económicamente lógica sino políticamente rentable, no tiene criterios de inversión eficaces sino políticos, no tiene una política fiscal coherente ni una idea clara de política de mercado de trabajo”. Por el contrario, ha asegurado, “desarrolla una política populista de corte peronista que aleja a la economía de su crecimiento potencial”.
Y todo ello, genera, según Pérez Alcalá, incertidumbre “que es el peor enemigo del crecimiento, en un marco político y social nacional e internacional cada vez más polarizado”. Por ello, ha concluido que para entender la economía de los próximos años hay que ser conscientes de que serán “años de incertidumbre” en los que habrá que hacer frente a la explosión demográfica, “con un eje demográfico que se desplaza a Asia, hacia el Pacífico y el Índico”, los flujos migratorios, el desarrollo tecnológico -que también se desplaza hacia el Pacífico-, el reto ecológico y el cambio antropológico.
