La Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril, con el objetivo de promover una mayor sensibilización acerca del fenómeno terrorista, ha celebrado este 1 de marzo un encuentro en el marco de su ciclo de conferencias “Palabras de Libertad”. Unas conferencias impartidas por expertos y víctimas del terrorismo, que versan en torno a su experiencia, homenaje, la dignidad y justicia que merecen, y que ha contado con varios ponentes de primer nivel.
La jornada ha sido inaugurada por Enrique Algar Fernández, director de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril, encargado de presentar a los ponentes, y el rector de la Universidad Loyola, Fabio Gómez-Estern.
Durante su intervención, Gómez-Estern ha puesto de manifiesto que las Universidades son, por definición, un espacio para la reflexión, el análisis crítico, el debate y el diálogo, la creación y difusión del conocimiento. "Acoger la celebración de encuentros como este es parte de nuestro quehacer como universitarios. Y más aún en una universidad jesuita como Loyola, que tiene como misión la formación de ciudadanos comprometidos con la justicia, con los valores de la libertad y la democracia, con la creación de un mundo mejor para todos". Asimismo, el rector ha señalado que es nuestro deber "recordar a las víctimas y honrar su memoria, para que también los jóvenes se sientan llamados a defender valores como la paz, el diálogo, el pluralismo, y el respeto a los derechos humanos".
Posterior a ello, ha sido el turno de la conferencia “El problema de las víctimas y victimarios en el terrorismo”, por parte de Pedro Rivas Nieto. profesor titular del Departamento de Estudios Internacionales y vicedecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Loyola.
Pedro Rivas ha querido resaltar con vehemencia el papel de las víctimas del terrorismo, las actitudes y aptitudes de los victimarios, englobado en la sociedad en la que estamos. "En el fondo todo intenta negar la existencia de las víctimas, el universo del terrorismo exige la exculpación". Ha afirmado que animar al terrorismo, tanto actos como pensamientos, hace que las victimas finalmente no pueden exigir justicia al evidenciar la violencia ante aquellos que intentan sobrescribir la historia". Asimismo, ha añadido que "una guerra en donde no haya vencedores y vencidos, es el fin de los terroristas que quieren procesos de paz, pero en este sentido, no hay conflicto bélico sino una ruptura del orden civil y alteración de la vida ciudadana por una banda que aspira el poder político; no se puede aspirar un proceso de paz en situaciones donde se promulga la guerra". Para Pedro Rivas, la situación política actual evidencia "una degradación de las víctimas desde la Justicia del Estado Democrático, porque está roto. No se pueden aplicar pautas para dar satisfacción a los creadores del terror", ha concluido.
Tras una pausa, ha sido el turno de la mesa redonda, “El relato de las víctimas”, que ha contado con la participación de Alberto Jiménez-Becerril García, víctima del terrorismo y presidente de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril; María del Mar Blanco Garrido, víctima del terrorismo y presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, y Cristina Cuesta Gorostidi, víctima del terrorismo y directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco.
Cada uno de los conferenciantes han compartido su experiencia con los numerosos estudiantes que han asistido a la jornada. Alberto Jiménez-Becerril ha afirmado que "el primer motivo de ETA para conseguir sus objetivos era matar para tener un grupo de víctimas y exigir". Indicando que "la historia no se debe olvidar", Alberto ha explicado cómo "nos cuentan desde pequeños quiénes son los malos de la historia, pero nos dicen que esta historia reciente no merece la pena recordarse, pero no es así, las víctimas y sus familiares solo quieren justicia pura y dura". Sobre el asesinato de sus padres, Alberto y Ascensión ha indicado que "a mi padre lo mataron por ser concejal del Partido Popular y tener un apellido similar a la alcaldesa de entonces y a mi madre, por estar con mi padre justo en ese momento. No era una familia con ascendencia vasca ni con relación con el País Vasco, Alberto y Ascensión fueron asesinados por ideas políticas a miles de kilómetros de dónde hacía daño la banda terrorista".
"Existen hoy en día más de 300 asesinatos de ETA sin esclarecer porque los asesinos no quieren colaborar"
Actualmente, María del Mar Blanco trabaja en política. Asume que hace uso de la política para hacer memoria y para dignificar a las víctimas. Afirma que "ETA está orgullosa de su pasado y creen que matar está bien", y denuncia que "no quieren hacer un recorrido a la democracia y pedir perdón, están demostrando todo lo contrario". Además, ha asegurado que "las víctimas y los familiares tienen que defender y alzar la voz para que no se olvide el pasado. Las víctimas del terrorismo solo quieren contar su cruda realidad, la historia más reciente de España, sin adoctrinar a nadie".
"Los asesinatos de Miguel Ángel Blanco y José Antonio Ortega Lara causaron una lucha por la derrota de ETA"
Estar en un partico constitucionalista en el País Vasco en esta época era de valientes, "mi hermano no había matado a nadie ni había perseguido a nadie, dio el paso con 27 años de ser concejal para que sus ciudadanos fueran libres". Para María del Mar Blanco, el asesinato de su hermano fue complicado de entender. Ella perdía su hermano, pero España conseguía más libertad, "nuestra democracia es la que es porque se han asesinado a tantas personas a manos de ETA, aquí hay víctimas y verdugos, hay culpables e inocentes". María del Mar Blanco afirma que no existe terrorismo, existen las ideas y, por ello, hay que ganar el relato, los asesinos son los culpables y hay cientos de víctimas inocentes.
Ahora las Instituciones están defendiendo a partidos políticos que tienen en sus filas personas que pertenecieron a la banda terrorista. "Ahora hay homenajes a etarras en el País Vasco. Aún falta mucho, los jóvenes no conocen el pasado". Una batalla que tiene cada vez más piedras en el camino, "siempre hay que defender la memoria, democracia y justicia".
Cristina Cuesta Gorostidi, quiere transmitir, pese a la distancia con las nuevas generaciones, un testigo del relato del fenómeno del terrorismo en España. Esta historia reciente llega hasta hoy porque hay mucho que aún no se ha solucionado ni aclarado, está en nuestro día a día de la sociedad y de la política de nuestro país. El punto de vista de las víctimas es enriquecedor y muy importante para entender bien la historia. "Esta es una charla de valores y de principios éticos, tenemos un mensaje educativo que transmitir".
"En la mente de los terroristas existe el odio a España"
Su padre fue asesinado hace ya 42 años. A su parecer, las bandas terroristas querían acabar con todo lo que tuviera que ver con nuestro país, había una situación de "preguerra" en muchas circunstancias. Hubo un tiempo en el que se mataba semanalmente, "las víctimas estábamos estigmatizadas y desamparadas". Su padre tenía escolta porque asesinaron a personas cerca de su ámbito laboral, "el vacío que tenían con las víctimas era muy profundo". Cristina Cuesta señala que hemos aprendido a golpe de sufrimiento y por este tipo de relatos que nos han llegado a la fuerza. Las víctimas y sus familiares quieren ser testimonio de verdad, que no se olvide en el futuro y no se quede en el pasado.
“Estamos aquí para daros más argumentos y enseñaros un testimonio de vida basado en Derechos Humanos. Jamás hemos defendido la pena de muerte, queremos justicia”
