La Fundación ETEA, Instituto de Desarrollo de la Universidad Loyola, ha sido distinguida en los Premios Felipe González de Canales por su compromiso con el sector agrario y el mundo rural. El galardón fue recogido por su presidente, José María Guibert SJ, y su director, José Manuel Martín.
El Instituto de Desarrollo de la Universidad Loyola, celebra este año cinco décadas dedicadas al impulso del desarrollo rural, la innovación, la cooperación internacional y la transformación social. En este contexto tan emblemático, ha recibido el Premio Felipe González de Canales, que distingue las aportaciones sobresalientes al ámbito agrario y rural en la provincia de Córdoba.
Estos premios, organizados por Asaja Córdoba, La Voz de Córdoba – El Debate, el Cabildo Catedral de Córdoba, la Fundación Caja Rural del Sur y Covap, cuentan además con la colaboración de entidades como Cetisur-Lidea, Pelayo-Agropelayo, la Fundación Sebastián Almagro, la Diputación de Córdoba, el Ayuntamiento de Córdoba y el Consejo Regulador Montilla-Moriles.
El acto de entrega contó con la presencia de numerosas autoridades y miembros de la comunidad universitaria. Recogieron el galardón el presidente de la Fundación, José María Guibert SJ, y el director, José Manuel Martín. Asimismo, asistieron la vicerrectora de Investigación, Mercedes Torres, los profesionales que integran la Fundación ETEA y otros miembros relevantes de Loyola, que quisieron acompañar este momento de reconocimiento.
Durante sus 50 años de historia la Fundación ha llevado adelante más de 400 proyectos y convenios en América Latina, el Magreb y el Sudeste Asiático, abordando temas como Agricultura 4.0, producción ecológica familiar, innovación digital, conflictos sociales o desarrollo inclusivo. Bajo la dirección de José Manuel Martín desde 2015, la Fundación ha consolidado una estructura con más de 30 trabajadores directos y la colaboración de más de 80 profesores e investigadores de la Universidad Loyola.
Este nuevo reconocimiento en el año de su cincuentenario supone un impulso simbólico para reafirmar la misión de la Fundación: acompañar procesos de transformación territorial, promover la justicia social y fortalecer la relación entre la universidad y los contextos rurales. Con este premio, Loyola y la Fundación ETEA reafirman su compromiso con el desarrollo sostenible, la innovación social y la cooperación académica al servicio de comunidades vulnerables.
Fotos: Samira Ouf y Pablo Castillejo