Más de 300 investigadores de todo el mundo se reúnen en Loyola para abordar desde la ciencia los retos del s.XXI

04/06/2025

Titulado "The Jesuit University in the 21st Century: A Project of Hope for the World", este congreso internacional busca fomentar un mundo más justo, humano y reconciliado a partir de las 280 aportaciones científicas interdisciplinares de investigadores provenientes de América, África, Asia y Europa.  

La inauguración ha estado presidida por Monseñor Ramón Valdivia Giménez, obispo auxiliar de Sevilla; Reverendo Padre Benjamín Aguirre Barba, oficial del dicasterio para la Cultura y la Educación; Dña. Lorena Garrido Serrano, viceconsejera de Universidad, Investigación e Innovación; D. Rafael Rey, concejal de Educación del Ayuntamiento de Dos Hermanas; y D. Fabio Gómez-Estern Aguilar, rector de la Universidad Loyola. 

El congreso, que cuenta con la colaboración de UNIJES, Kircher Network y la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU), reúne más de 260 comunicaciones científicas . También cuenta con la colaboración del Banco Santander y las editoriales Springer y Salterrae. 

En la inauguración, Monseñor Ramón Valdivia ha comenzado pidiendo que “este encuentro sirva también para que la esperanza que demuestran las universidades jesuitas se convierta en proyectos y realidades reales”. 

La viceconsejera de Universidad, Investigación e Innovación ha querido felicitar a la Universidad Loyola por la celebración de este congreso que “refleja con acierto el espíritu transformador, crítico y comprometido que ha caracterizado históricamente a las universidades jesuitas”. 

inauguracion hope25

Autoridades eclesiásticas e institucionales inauguran el congreso HOPE25. 

Por su parte, el concejal de Educación del Ayuntamiento de Dos Hermanas ha reconocido que “en un tiempo marcado por la incertidumbre, es más importante que nunca lanzar un mensaje de unidad y colaboración, y la Compañía de Jesús, con su presencia en todo el mundo, es portador de ese mensaje". 

Finalmente, el rector de Loyola ha explicado que “este congreso es el reflejo de que ponemos nuestra esperanza en la ciencia como instrumento clave para afrontar retos globales”. Para concluir, ha animado a todos los presentes a “aprovechar estos días de presentaciones, debates y actividades para establecer nuevos lazos que den fruto en nuevas investigaciones y proyectos que contribuyan a generar más esperanza para este atribulado siglo XXI en que vivimos”. 

Las universidades católicas son una comunidad de discípulos    

Benjamín Aguirre Barba ha sido el encargado de impartir la conferencia inaugural sobre el papel la universidad católica en la formación para un futuro lleno de esperanza.   

Ha comenzado con unas palabras de aliento para toda la comunidad universitaria con el objetivo de prender la llama de la esperanza con sus comunicaciones de cara a crear un mundo más justo y humano desde la ciencia.    

Ha reconocido que el peligro para las universidades católicas reside en el estancamiento. No basta con ser una buena universidad, competir en los rankings y obtener buenas calificaciones de las agencias de evaluación.   

Con sus palabras, Benjamín Barbas ha querido transmitir la misión de las universidades católicas, que no es más que la de "mostrar al mundo la riqueza de la catolicidad con su antropología y su cuidado por el ser humano y el entorno. Han de ser un gran laboratorio para el diálogo, que necesita de profesores y estudiantes, pero, más aún, de testigos”.

mesa redonda hope

Mesa redonda para hablar de cómo será la futura formación de los universitarios. 

Formar individuos holísticos para el amor, la ciudadanía, la sensibilidad artística y el consumo sostenible en el mundo actual 

Sobre este tema ha versado la primera de las plenarias del congreso, una mesa redonda en la que han participado Mark Lewis (Università Gregoriana); Rafal Witkowski (Uniwersytet im. Adama Mickiewicza); Jean-Paul Hernández SJ (Pontificia Facoltà Teologica dell'Italia Meridionale, Napoli - Italia); Robert Maryks (Uniwersytet im. Adama Mickiewicza). 

Los ponentes profundizaron en cómo la espiritualidad ignaciana articula la experiencia interior con la transformación del mundo.  

El arte, y especialmente las artes visuales, fueron centrales en la ponencia de Jean-Paul Hernández SJ como vía de contemplación y transformación. Ha explicado cómo, desde los Ejercicios Espirituales, san Ignacio promueve una pedagogía que activa la imaginación y la afectividad. Esta dimensión estética y espiritual de la educación jesuita no solo forma personas cultas, sino sujetos capaces de encontrar a Dios en todas las cosas, abrazando la belleza como una llamada a la esperanza, al compromiso y a la plenitud humana. 

Navegando en la política de la desigualdad y el conflicto 

Arsène Brice Bado; Roland Marchal; Salah Aboujaoude SJ; y Susana Di Trolio creen que hay esperanza frente a la desigualdad y los conflictos globales.  

En su intervención, Susana Di Trolio ha afirmado que, como universidades jesuitas, la misión no es ignorar el sufrimiento del mundo ni caer en el idealismo o la desesperación, sino comprometerse activamente con la transformación social. Además, propone que las universidades pueden contribuir a construir esperanza mediante la investigación y transferencia del conocimiento, la incidencia social y política, la formación en liderazgo ético y la solidaridad profunda. 

Salah Aboujaoude SJ ha compartido una imagen que resume la tensión que vive Oriente Medio. El cartel reivindica la esperanza como un acto de resistencia activa, y al pedir “Support Peace and Justice” llama a la comunidad internacional, y en especial a las instituciones educativas y religiosas a comprometerse con la justicia, la dignidad y la transformación social. 

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