El rector de la Universidad Loyola, Fabio Gómez-Estern; la directora del servicio de Orientación e Información, Ana Belén Olmo y representantes de institutos y colegios de Córdoba se han reunido para debatir sobre los retos que enfrenta la comunidad educativa en la actualidad.
Entre las preocupaciones destacadas se encuentra la velocidad del avance tecnológico, la necesidad de adaptación a las nuevas normativas y la creciente presión académica. Directores y orientadores expresaron sus inquietudes y debatieron sobre la importancia de encontrar soluciones que permitan ofrecer una educación de calidad que tiene que inculcar valores fundamentales.
Durante la reunión, directores y orientadores también compartieron sus inquietudes sobre la rapidez con la que avanza la tecnología y la dificultad de los centros educativos para mantenerse al día recalcando el deber de adaptarse como docentes y de investigar y experimentar constantemente. Entre los centros participantes se encontraban el I.E.S. Ategua de Castro del Río, Colegio Bética Mudarra, I.E.S. Felipe Solís Villechenous de Cabra, I.E.S.Gran Capitán, Colegio la Salle, I.E.S. Luis Carrillo de Sotomayor de Baena, Colegio Maristas Cervantes, I.E.S Medina Azahara, I.E.S Nuevas Poblaciones de La Carlota, Colegio Sagrado Corazón, Colegio Salesianos. Colegio Santa Victoria, I.E.S. Los Pedroches, I.E.S Séneca y Centro Zalima.
La necesidad de apoyo por parte de la administración y la discrepancia entre la normativa educativa y la realidad de la sociedad también ocuparon un lugar destacado en las conversaciones. Los participantes resaltaron la importancia de seguir siendo guías y acompañar a los estudiantes en su camino, sin perder de vista la relevancia de la salud mental entre los miembros del claustro.
Además, se abordó la complejidad en las aulas derivada de los continuos cambios en las leyes y normativas educativas. Se destacó la presión experimentada tanto por estudiantes y familias como por los propios docentes debido a las elevadas calificaciones requeridas para el acceso a la universidad. También se discutió el problema asociado al cambio de etapa sin repetir curso, coincidiendo los participantes en que no es un fracaso repetir sino una oportunidad de mejora y se señaló la actual ratio de estudiantes por clase como uno de los principales obstáculos para ofrecer una educación más personalizada.
La reunión en Loyola sirvió como espacio vital para reflexionar sobre los retos educativos actuales y sentar las bases para abordar estos desafíos de manera colaborativa y efectiva en el futuro.
