María Freire es estudiante de enfermería en la Universidad Loyola. Este verano ha hecho un voluntariado en Guatemala gracias al programa VUELA que ofrece el SED y afirma que su experiencia ha sido muy enriquecedora.
En las jornadas de bienvenida que ofrece la universidad a los estudiantes de nuevo ingreso, descubrió el SED, uno de los servicios que brinda Loyola, "la verdad es que me llamó mucho la atención la parte de voluntariado, así que decidí informarme más en profundidad y así me puse en contacto con Mila, que es una de las responsables en Córdoba".
Tras dos convivencias que realizaron para entender mejor el servicio, lo que ofrece y el voluntariado, "me lo pasé muy bien". Gracias al programa VUELA se interesó por ir a Guatemala, "sólo era cuestión de tiempo empezar esta aventura. Sin darme cuenta ya había terminado el curso y el despegue del avión era inminente".
Al principio, María lo afrontó con ilusión y ganas, "no os voy a mentir, tenía un poco de miedo y no sabía si estaba preparada para afrontar esta experiencia. Pero ahora que ha terminado todo os puedo decir que ha sido una de las experiencias más icónicas en mi vida".
Para ella, el haber tenido la oportunidad de conocer un entorno tan diferente al conocido ha servido para darse cuenta que "nos parecemos más de lo que creemos un español y un guatemalteco, mismas ilusiones, mismas preocupaciones, mismas obligaciones, mismos derechos, etc. es un aprendizaje digno de vivir".
María Freire insiste en que se le hace imposible explicar y condensar todas las sensaciones que ha vivido, por eso anima a participar en las actividades que realize el Servicio de Evangelización y DIálogo, SED, en la universidad para poder entender y vivir este sentimiento.