El hecho de ser de los pocos Másteres Universitarios garantiza que se abarque todo tipo de contenidos y abre puertas a la investigación en Atención Temprana

11/09/2023

Sara Pérez Granado finalizó en junio el Máster Universitario en Atención Temprana, un programa de Loyola Másteres, la Escuela de Postgrado de la Universidad Loyola, puesto en marcha junto a la Orden Hospitalaria San Juan de Dios.

Para ella, el programa destaca por “su contenido de actualidad y su plan de formación práctico y novedoso”. El Máster Universitario en Atención Temprana prepara a los estudiantes para la atención y desarrollo de la población infantil de entre 0 y 6 años, que se encuentra en situaciones de riesgo o que presentan alguna discapacidad.

Graduada en Fisioterapia, conoció la Atención Temprana a raíz de una asignatura optativa. El programa de Loyola le ha servido para reafirmar su vocación, más aún durante el período de prácticas. “Actualmente trabajo en un CAIT, siendo muy feliz en mi trabajo y de las decisiones pasadas que tomé para llegar hasta aquí”.

“Los profesionales de un CAIT trabajamos favoreciendo un desarrollo integral de todas las áreas (motora, social, cognitiva y del lenguaje) y, como graduada en Fisioterapia, me faltaba bastante formación especialmente de las otras áreas distintas a la motora e integrar conceptos básicos de la Atención Temprana.”

El Máster Universitario en Atención Temprana dota a los alumnos de las habilidades, técnicas y estrategias para dar respuesta a las necesidades y trastornos transitorios o permanentes que puedan presentar los menores, así como garantizar la respuesta familiar ante estas circunstancias en diferentes entornos vitales. Ello lo hace desde la práctica, ya que el máster se basa fundamentalmente en una formación experiencial a través de casos clínicos, vídeos y visitas a empresas.

“El máster tiene un porcentaje de créditos en el centro prácticas bastante alto y es el momento en el que realmente se pone en pie lo aprendido”.

Sara resalta la continuidad del contenido académico. “Las clases están planificadas a lo largo del curso con un hilo conductor. Cada asignatura sirve de base para la siguiente, comenzando con conceptos generales de Atención Temprana, pasando por cómo se evalúa, posteriormente cómo se interviene y finalizando el curso viendo en directo lo que hemos aprendido en las prácticas”.

La Universidad Loyola es un espacio clave para el networking

Sara reconoce que el máster es un espacio idóneo para formar tu propia red de contactos porque, a lo largo del programa, los estudiantes van conociendo a diversos profesionales que suelen tener alto impacto en la Atención Temprana. “Además, el lugar donde realizamos las prácticas trabaja una cantidad de profesionales muy grande, y siempre están dispuestos a transmitir sus conocimientos a los alumnos”.

De estos profesionales Sara destaca su especialización. “Además, el lugar donde realizamos las prácticas es muy grande, trabajan allí una cantidad de profesionales muy grande, y que siempre están dispuestos a transmitir sus conocimientos a las alumnas”.

Para finalizar, la alumni recalca la importancia de la formación continua y la necesidad de un mayor reconocimiento. “Necesitamos que la población (padres, sanitarios, profesores…) conozca la Atención Temprana y su el desarrollo, con el fin de detectar lo más pronto posible señales de alerta del desarrollo y poder intervenir cuanto antes”.

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