Ana Santos Dominguez es alumna del Máster Universitario en Piscología General Sanitaria y actualmente está en Tánger (Marruecos) realizando unas prácticas internacionales para su Trabajo de Fin de Máster (TFM).
Antes de empezar el postgrado en Loyola Másteres, la Escuela de Postgrado de la Universidad Loyola, se encontraba en una encrucijada. Ana nos confiesa que no sabía qué camino tomar en cuanto a la psicología clínica, pero ahora se ve a sí misma ejerciendo de psicóloga sanitaria. “Tengo la esperanza de poder tener una consulta en un futuro próximo y deseando que las personas que acudan a mi puedan avanzar también”.
Ana reconoce que el Máster Universitario en Piscología General Sanitaria de Loyola es un programa intenso porque va más allá de los mínimos para habilitar. Además de la formación teórica, en el máster los alumnos trabajan como en el día a día de una consulta: Desde la primera llamada, hasta la recepción y bienvenida, la fase de socialización con las personas sin parecer robots, ejecutar una buena recogida de información, tener un sistema de evaluación basado en hipótesis y un plan de tratamiento acorde a lo respaldado y validado por la comunidad científica.
El máster está pensado para que los estudiantes hoy puedan verse con claridad cómo mañana estarán ejerciendo, con ética, profesionalidad, seguridad en sí mismos”.
Como parte de la asignatura de TFM, le ofrecieron la posibilidad de realizar un proyecto de colaboración con el Hogar Padre Lerchundi, en Tánger, para el desarrollo emocional de su comunidad educativa. En concreto, su TFM es una propuesta de intervención para la promoción del desarrollo emocional de una comunidad educativa a través del Mindfulnes, en un entorno con riesgo de exclusión social.
Ana Santos en su trabajo diario en el Hogar Padre Lerchundi.
“Lo más impresionante ha sido trabajar codo con codo con otros especialistas y construir diálogos interprofesionales para el desempeño en objetivos comunes”.
El objetivo principal es, mediante una formación en mindfulness de las docentes, incrementar tanto las habilidades de inteligencia emocional del equipo educativo como de los y las estudiantes a su cargo. “El primer paso para llevarlo a cabo es evaluar el contexto y la realidad de profesionales y menores. La estancia en Tánger a pie de campo, me ha permitido comprender y conocer el día a día, sus necesidades, tiempos y recursos”.
Ana destaca que esta experiencia le está permitiendo poner en practica diferentes sistemas y métodos de evaluación en una cultura diferente y comprehender como el entorno y el nivel socioeconómico y educativo de las familias afectan al desarrollo y las oportunidades de las y los menores.
“He crecido en valores, en capacidad de esfuerzo y adaptación y en general como persona”.
Ana recomienda al 100% realizar una experiencia internacional a todas los estudiantes, ya sean de grado o máster. Le ha permitido crear conexiones laborales en otro entorno, practicar idiomas, servir y ayudar en un proyecto social con una gran causa, poner en práctica conocimientos y habilidades aprendidas en la carrera y en el máster, aprender y practicar nuevas habilidades. “Creo que el Hogar Padre Lerchundi podría brindar no solo oportunidades para estudiantes de psicología, sino también para otras carreras y másteres. El Hogar se encuentra en una zona de transformación social, con grandes posibilidades de desarrollo y tienen la posibilidad de ampliar significativamente sus horizontes. Estoy segura de que cada estudiante ganaría formación, experiencia y una historia memorable que contar”.
