José Luis Peña, neuropediatra en el Servicio Aragonés de Salud, es profesor en el Máster Universitario en Atención Temprana de Loyola Másteres, la Escuela de Postgrado de la Universidad Loyola.
Critica las listas de espera y la existencia de zonas sin cobertura de Atención Temprana en España. “Aunque la red de Atención Temprana es extensa en nuestro país, con más de 700 Centros de Desarrollo Infantil, todavía es insuficiente, porque no llega a todos los que lo necesitan o llega de forma precaria”. Para solventar esta situación propone reducirse y/o eliminarse los órganos burocráticos de valoración, dictamen o prescripción.
José Luis también es presidente de la Federación Española de Asociaciones de Profesionales de Atención Temprana-GAT. Como representante y conocedor de la situación actual a la que se enfrentan los profesionales, reclama una Ley marco de la Atención Temprana de ámbito estatal para garantizar la prestación de los servicios, los recursos y los apoyos con los que asegurar el desarrollo infantil de toda la población menor de 6 años.
También apela a los gobiernos autonómicos redes de Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana de carácter comunitario, sectorizados, con equipos suficientes y bien dimensionados, así como procedimientos de financiación que aseguren la sostenibilidad y creación de los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana, con la incorporación de partidas específicas en los presupuestos anuales del Gobierno central y de los gobiernos autonómicos.
¿Qué es la neuropediatría y qué papel juega en la Atención Temprana?
La neuropediatría es la especialidad médica que estudia y trata los problemas del sistema nervioso durante su desarrollo. Así mismo, es la responsable de supervisar, controlar y diagnosticar las dificultades en el neurodesarrollo que puedan presentar los niños incluyendo dificultades motrices, cognitivas, sensoriales, comportamentales o en el área de la comunicación y el lenguaje.
“El neuropediatra es parte necesaria en los Programas de Atención Temprana, pues debería estar involucrado de forma activa en las funciones de detección, diagnóstico, información e intervención con el resto de los profesionales que participan”.
Igualmente, el pediatra de Atención Primaria también ocupa un lugar privilegiado en la detección, pues es el primer profesional que primer contacto tiene con el menor en el sistema sanitario de salud. José Luis explica que los padres, los abuelos, los profesionales de guardería y los pediatras son los que habitualmente detectan signos de alarma que suponen demora o dificultad en el desarrollo en relación con su edad y condición madurativa.
“La familia debe participar en el planteamiento de los objetivos y en el desarrollo de estos. Cuando las cosas van mal, las familias necesitan: saber que no están solos, que puede afrontarse el futuro, participar en las decisiones, realismo y a la vez esperanza. En este sentido el Centro de Atención Temprana debería ser un espacio de encuentro para niños, familias y profesionales”, concluye.
