David Jiménez, periodista y escritor con una larga trayectoria profesional, ha estado con los estudiantes del Máster en Periodismo Digital Multiplataforma Loyola – CNN Academy para hablar sobre cómo se gestiona una marca personal periodística, adaptándola a la evolución profesional y personal.
El que fue director de El Mundo, uno de los principales periódicos españoles, ha repasado su carrera profesional desde su etapa como reportero de guerra hasta sus últimos pasos como escritor, para explicar a los estudiantes cómo ha evolucionado su marca personal y profesional.
Ha reconocido que su marca comenzó a ser real con la creación de su cuenta de Twitter en 2011. Para David, esto le permitió interactuar de manera inmediata con sus seguidores y lectores.
En 2012, abrió un blog, cuyo primer artículo, El triunfo de los mediocres en pocas horas consiguió 100.000 visitas. “Mi marca personal entonces cambió. Yo ya no era un reportero de guerra, sino que me había convertido en una voz contrapoder y un periodista que tenía la valentía de decir las cosas sin ningún tipo de autocensura”. David vio una oportunidad de tener una marca personal relacionada con la independencia de opiniones. “Compaginé dos perfiles: el de reportero y el de la mirada desde la distancia que criticaba lo que iba mal en mi país”.
David Jiménez durante la masterclass en la Universidad Loyola.
Su siguiente salto en la marca profesional es la beca Nieman de la Universidad de Harvard, que le permitió realizar en el IMT un curso para aprender cómo los periodistas debían hacer uso de las RRSS. “De ahí aprendí que el corazón de la marca personal está en la autenticidad, en transmitir quién eres de verdad. El ser capaz de transmitir tu trabajo profesional de manera empática, interactuando y sin entrar en el juego de los trolls”.
De su etapa como director de El Mundo extrae tanto buenos como malos recuerdos. “Para construir una imagen de marca del director de El Mundo y del periódico en el que trabajas es fundamental la transparencia”.
Ha contado una experiencia con la portada del periódico del 3 de septiembre de 2015, sobre la inmigración, con la foto de Aylan muerto en la orilla. Se publica el día de antes de la portada el vídeo de la reunión editorial de esta. Ha considera que, si volviese a ser director de El Mundo, emitiría las reuniones de portada todos los días.
“Tiene que haber una coherencia entre la imagen que quieres transmitir y lo que haces. Si estás tuiteando sobre la libertad de prensa y diriges un periódico que tiene sesgos políticos, no hay coherencia”.
Tras su tortuoso despido, que le acarreó el distanciamiento con compañeros de profesión y la recisión de contratos en otros medios, escribió El Director, libro que ha terminado de configurar su marca personal. “Cuando me despidieron de El Mundo, yo no quise firmar la cláusula de confidencialidad que me impedía hablar de lo que sucedió y yo decidí no firmar y denunciar al periódico. Luché porque quería que mi libertad de expresión se respetase constitucionalmente, lo que me permitió escribir El Director”.
Con la primera entrevista de Jordi Wild consiguió acercar su marca a los jóvenes. Después de la entrevista, consiguió vender cuatro ediciones de El Director. “Hubo una conexión entre el mensaje del libro, que lucha contra los abusos del sistema, defendiendo siempre la verdad, con la gente joven, que busca cambiar el mundo”.
