José Luis Sebastián, director de Recursos Humanos de Metro de Sevilla, forma parte del claustro de profesores del Máster en Asesoría y Consultoría Laboral de Loyola Másteres.
El programa aúna un amplio número de profesionales en activo de multinacionales como Cuatrecasas, Garrigues o Deloitte y académicos con profunda experiencia docente.
José Luis ha hablado a los estudiantes de cómo la clasificación profesional impacta en la organización de los recursos humanos de las empresas, que implicaciones tiene en la negociación colectiva, y como afecta al desarrollo profesional y económico de trabajadores. “También hemos analizado qué implicación tienen las últimas normas y sentencias sobre la igualdad efectiva entre hombres y mujeres”.
Como director de Recursos Humanos considera importante destacar esta salida profesional porque un gran número de profesionales de la gestión de personas provienen del ámbito laboral. “Teniendo en cuenta la necesidad de las empresas de contar con un soporte adecuado en materia laboral, otra salida importante está también en el mundo de los despachos profesionales y grandes o pequeñas consultorías”, completa.
El campo de la Asesoría y Consultoría Laboral sigue creciendo porque todas las empresas necesitan contar con estos servicios de manera externa o disponer de un departamento de asesoría laboral in situ. Deben cumplir escrupulosamente con la legislación y, a la vez, poder sacar el máximo partido a esta para conseguir sus objetivos empresariales.
“Además de unos profundos conocimientos legales, la empatía, la asertividad y la capacidad de negoción son fundamentales en Consultoría y Asesoría Laboral”, destaca.
Estas habilidades se ponen en práctica en algunas de las situaciones más difíciles a las que se tienen que enfrentar los expertos en Asesoría y Consultoría Laboral, como los conflictos laborales con altos niveles de presión sindical o la ejecución de rescisiones traumáticas de contratos.
Para José Luis, este sector ha cambiado radicalmente en los últimos años. “Los cambios fundamentales han sido la capacidad de adaptación a una realidad que se modifica y evoluciona a una velocidad vertiginosa”.
También, se ha vuelto prioritario la retención de talento, existiendo una auténtica ‘guerra por el talento’. “Debemos centrarnos en mejorar la experiencia del empleado con todo lo que ello representa, empezando por los propios valores de la organización, las condiciones organizativas de los puestos de trabajo, el estilo de liderazgo de la compañía o las oportunidades de desarrollo profesional y también personal que se ofrezcan a los colaboradores, para conseguir retener a los mejores”.
