La sala de teatro La Fundición de Sevilla ha sido el escenario de dos noches memorables los días 1 y 2 de julio, con motivo de las muestras de fin de curso del segundo año del Grado en Artes Escénicas y Cinematográficas de la Universidad Loyola. Las funciones, que agotaron todas las entradas disponibles no solo destacaron por su calidad artística, sino también por su compromiso social: la mitad de la recaudación fue destinada a la Asociación Autismo Sevilla.
Formación universitaria con impacto real
Estas muestras son parte del enfoque pedagógico del Grado en Artes Escénicas y Cinematográficas de la Universidad Loyola, que apuesta por una formación integral donde la teoría se combina con la práctica profesional. La participación en montajes reales, en espacios escénicos reconocidos como La Fundición, permite a los estudiantes enfrentarse a los retos del mundo artístico desde una perspectiva creativa, ética y colaborativa.
La primera noche estuvo protagonizada por la Compañía Fabada, que presentó “AMÉRICA”, una libre adaptación del clásico West Side Story. Bajo la dirección de Casimiro Aguza, el montaje trasladó al público a los barrios marginales de Nueva York, donde dos bandas juveniles —los Jets y los Sharks— se enfrentan por el control del territorio. La obra abordó temas como el racismo, la discriminación hacia los latinos, la violencia estructural y la marginación social, todo ello envuelto en una historia de amor trágica y conmovedora.
El elenco, compuesto por Alberto Cabello, Domingo De Los Santos, Javier Cuadrado, Lucas Arredondo, Lucía Manrique, Marta Pozo, Oliver Engman y Sofía Gutiérrez, ofreció una interpretación intensa y comprometida, que fue ovacionada por el público. La Compañía Fabada, nacida en el marco del grado universitario, ya había debutado con La boda de los pequeños burgueses. Con “América”, consolidaron su apuesta por el teatro musical con conciencia social y estética propia.
La segunda noche estuvo dedicada al espectáculo “Cabaret Berlín-Madrid 1925”, una propuesta de variedades inspirada en los cabarets europeos de entreguerras y en el universo del dramaturgo Karl Valentin. Dirigido por Jesús Codina Oria, el montaje combinó humor absurdo, cuplé sicalíptico, crítica social y poesía visual, en una experiencia escénica que rompió la cuarta pared y sumergió al público en un ambiente provocador y lúdico.
El equipo artístico incluyó a Sofía Cruz (expresión corporal), Mercedes Bernal (coaching vocal), Patricia Berbel (canto) y Teresa Guerrero (coreografías). El elenco estuvo formado por Piluca de la Cruz, Ángela de la Cruz, Carmen Zayas, Violeta Hernández, Marilu Nieto, Carlos Parra, Alejandro Silvestre, María Tirado y Bárbara Uruñuela, quienes demostraron una gran versatilidad interpretativa.
Este grupo de estudiantes creó el espectáculo como parte de un proceso de investigación escénica, explorando el teatro físico, el cabaret y la comedia del absurdo. El resultado fue una obra coral, fruto de meses de trabajo colaborativo y pasión por la escena.
Arte con propósito: colaboración con Autismo Sevilla
Ambas funciones tuvieron un componente solidario: la mitad de la recaudación de las entradas fue donada a la Asociación Autismo Sevilla, una entidad que trabaja por la inclusión y el bienestar de personas con trastorno del espectro autista y sus familias. Esta colaboración refleja el compromiso de los estudiantes no solo con el arte, sino también con la transformación social a través de la cultura.