La Universidad Loyola da la bienvenida a los nuevos doctorandos con una invitación a integrar la razón, la ética y la fe en la búsqueda del conocimiento

22/10/2025

Por undécimo año consecutivo desde su puesta en marcha, la Escuela de Doctorado de la Universidad Loyola ha comenzado un nuevo curso académico con un acto de bienvenida que ha acogido a los más de 160 alumnos de doctorado de la Universidad Loyola este curso pasado.

La Universidad Loyola ha celebrado la jornada de bienvenida del undécimo curso de la Escuela de Doctorado, un encuentro que marca el inicio de una nueva etapa para los investigadores que se incorporan a los cinco programas de doctorado de la institución. El acto contó con las intervenciones de Mercedes Torres, vicerrectora de Investigación; Pilar Tirado, directora de la Escuela de Doctorado; y Serafín Béjar, catedrático de Teología, quien ofreció la ponencia inaugural “El discernimiento de las racionalidades en una universidad jesuita”.

Investigación con propósito: conocimiento para transformar el mundo

En su intervención, la vicerrectora Mercedes Torres subrayó el papel esencial de la investigación en la misión de la Universidad Loyola: “Una investigación interdisciplinar, con impacto, internacionalmente reconocida y comprometida con un mundo más humano, justo y respetuoso”. Recordó el lema ignaciano “En todo amar y servir”, destacando que investigar en Loyola significa “investigar para los demás, especialmente para mejorar la vida de las personas y de los más vulnerables”.

“Sois los futuros investigadores del mundo, llamados a mejorar la vida de los demás con vuestro trabajo”, Mercedes Torres, Vicerrectora de Investigación

Torres enumeró los grandes desafíos globales a los que los futuros doctores están llamados a contribuir con su conocimiento: el cambio climático, la pobreza, la desigualdad, las tensiones geopolíticas, la desinformación o el envejecimiento poblacional. “Nuestra tarea como investigadores es acompañar y servir a los más vulnerables, contribuyendo a restaurar la paz y la justicia a través del conocimiento”, afirmó.

Animó asimismo a los nuevos doctorandos a cultivar la resiliencia, la paciencia y la pasión, virtudes necesarias para afrontar la “montaña rusa” del doctorado: “Sois los futuros investigadores del mundo, llamados a mejorar la vida de los demás con vuestro trabajo”.

Once cursos formando una comunidad investigadora en crecimiento

Durante la presentación institucional, Pilar Tirado, directora de la Escuela de Doctorado, dio la bienvenida a los nuevos estudiantes y compartió los principales datos sobre la evolución de la escuela, que este año cumple once cursos de trayectoria. La directora destacó el crecimiento sostenido de los programas y la consolidación de una comunidad investigadora diversa y comprometida con los valores de la Universidad Loyola.

La directora de la Escuela, Pilar Tirado, presentó los principales datos de la actividad investigadora del curso anterior, en el que se defendieron 13 tesis doctorales, de las cuales ocho obtuvieron mención internacional y el 95 % la máxima calificación, cum laude.

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La Escuela ofrece actualmente cinco programas de doctorado —Ciencia de los Datos, Desarrollo Inclusivo y Sostenible, Psicología, Teología y Systems and Sustainable Engineering—, además del Máster en Métodos de Investigación Aplicados a las Ciencias Sociales.

El pasado curso se desarrollaron numerosas actividades de investigación y divulgación, como el concurso 3 Minute Thesis, seminarios internacionales y las Jornadas de Investigación Teológica, organizadas junto a la Universidad Católica de Córdoba (Argentina). Además, se firmó un convenio marco con la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) para reforzar la cooperación en programas de doctorado y proyectos de investigación

Discernir las racionalidades: la sabiduría al servicio del conocimiento

La jornada culminó con la conferencia inaugural de Serafín Béjar, catedrático de Teología, titulada “El discernimiento de las racionalidades en una universidad jesuita”. En ella, el profesor invitó a los doctorandos a “salir de su parcela de conocimiento” para abrirse al conjunto de la realidad, reconociendo las diversas racionalidades que conviven en el ámbito académico.

Vincular las cuatro formas de la razón que distinguía Aristóteles con los cuatro pilares del paradigma de Ledesma-Kolvenbach

Béjar explicó que la razón “se expresa con diversas voces” y que cuando unas se imponen sobre otras, se distorsiona la comprensión de la realidad. Para orientar la labor universitaria hacia una visión integral, propuso vincular las cuatro formas de la razón que distinguía Aristóteles con los cuatro pilares del paradigma de Ledesma-Kolvenbach, guía de las universidades jesuitas:

  • Téchne (saber hacer), orientada a la aplicación práctica, se relaciona con utilitas, la utilidad que pone el conocimiento al servicio del bien común.
  • Episteme (saber conocer), el conocimiento científico, se corresponde con humanitas, la formación integral del ser humano.
  • Phronesis (sabiduría práctica o ética) conecta con iustitia, la justicia como orientación moral de la investigación.
  • Sophia (sabiduría contemplativa) encuentra su reflejo en fides, la fe que da sentido y horizonte trascendente al conocimiento.

Béjar recordó que la misión de una universidad jesuita es cultivar estas dimensiones de manera equilibrada, para que “ninguna racionalidad anule a otra” y el conocimiento sea honesto con la realidad en toda su complejidad.

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