Carlos Rivas Durán, socio director de R Consultores, tiene una larga trayectoria en el ámbito de la economía y las finanzas. El año pasado, cursó el programa Experto en Dirección de Control de Gestión y Analítica de Datos de Loyola Executive, la escuela de negocios de la Universidad Loyola, para ahondar aún más en los conocimientos y habilidades que requiere un controller y superar la certificación Chartered Controller Analyst, CCA®.
Uno de los objetivos prioritarios de este programa es preparar a los estudiantes para superar la certificación CCA®, la designación de referencia dentro del Control de Gestión en España. Para ello, el programa cuenta con una metodología 100% práctica y adaptada a la realidad laboral de este colectivo. “Se practican habilidades y casos reales que dan una excelente base para convertirse en un profesional del control de gestión”, explica Carlos.
La formación impartida durante las clases está orientada, no solo a conocer de primera mano los procesos y sistemas de información y control empresarial, sino también a superar el examen: “si has aprovechado bien las clases, es un mero trámite”, especifica.
“El hecho de que los profesores sean profesionales y no solo docentes, les dota de la práctica necesaria para transmitir conocimientos, así como la metodología”.
El claustro de profesores está compuesto por profesionales de compañías líderes nacionales e internacionales que actualmente se dedican al control de gestión y análisis de datos. Al tratarse de un programa executive, los compañeros del curso son también profesionales en activo, lo que hace que los estudiantes no solo se nutran de los conocimientos que le aportaban los profesionales, sino también de la experiencia de estos. “Todo profesional debe estar bien relacionado. Adquirir conocimientos es ya más que enriquecedor, pero también, es una de las mejores formas de hacer negocios, y amigos”. Está dirigido a dos perfiles profesionales: tanto que quieran actualizar sus conocimientos, como personas que quieran cambiar de sector y embarcarse en una nueva andadura profesional.
La función del controller ha sufrido un cambio radical en los últimos años
En sus orígenes, el controller desempeñaba una función secundaria en la dirección financiera de una empresa. Actuaba como staff de la dirección, cuyo objetivo era presentar los datos de forma ordenada para que esta pudiera tomar decisiones.
Sin embargo, en los últimos años, debido a la complejidad del sector empresarial, cada vez más globalizado y heterogéneo, se ha convertido en un profesional imprescindible en la toma de decisiones. “Su conocimiento sobre los procesos, la transversalidad de la organización y el continuo trabajo de la información, hacen que tenga una visión global y completa del negocio, que lo diferencia del resto de directivos”.
“En un entorno globalizado como el actual en el que se compite a nivel mundial en productos y servicios, no disponer de información eficaz para mejorar la propuesta de valor, lleva a la empresa inexorablemente a su desaparición”.
La figura del controller es fundamental en la sociedad actual porque la mayor competencia empresarial requiere una gestión eficaz y controlada, que permita incrementar la productividad e implantar la mejora continua como eje principal de la dirección de empresas. “En esta tarea, la figura del controller, interno o externo, es fundamental para dar una información clara y veraz sobre los puntos de mejora”, especifica el alumni.