Delia Vargas es directora del documental 'Recovero' y alumni del doble grado en la Universidad Loyola del doble grado en Relaciones Internacionales y Comunicación.
"Si te digo la verdad, fue una decisión de última hora" explica Delia sobre la razón de estudiar el doble grado. Al acabar bachillerato Delia no sabía muy bien dónde encajaba "de hecho, estaba a punto de pagar la matrícula para Trabajo Social en Málaga cuando escuché un anuncio de Spotify que hablaba del grado de Relaciones Internacionales en Loyola" reconoce.
"Estaba a punto de pagar la matrícula para Trabajo Social en Málaga cuando escuché un anuncio de Spotify que hablaba del grado de Relaciones Internacionales en Loyola"
Con diecisiete años, añade "el título Relaciones Internacionales sonaba genial, pero yo tenía poca o ninguna idea de lo que me esperaba. Decidí combinarlo con Comunicación porque quería aprender a contar historias" explica la directora de 'Recovero'. Pensó que Relaciones Internacionales le abriría los ojos y le enseñaría a interpretar lo que pasa en el mundo "mientras que Comunicación me mostraría las herramientas para saber contarlo" detalla.
Identificada con el periodismo social y cultural para dar voz a comunidades poco escuchadas
Hoy en día se siene muy identificada con el periodismo social y cultural "que se mueve por la necesidad de hacer justicia, dando voz a aquellas comunidades que no son lo suficientemente escuchadas y luchando contra el peligro de la historia única, como explica Chimamanda Adichie" cotinúa contando Delia. Ese periodismo "entendido como trasformador de imaginarios y, por tanto, transformador de realidades, es el que me interesa" apostilló.
El bagaje de Relaciones Internacionales, narra nuestra alumni "está muy presente en cada trabajo, casi instintivamente me conecto a temas como la integración social de los migrantes en París (Francia) o la discriminación estructural en las favelas de Río de Janeiro (Brasil)" reconoce abiertamente.
Delia Vargas, en el centro, presentando el documental 'Recoveros' en el salón de actos de la Universidad Loyola.
Se dice pronto, pero Delia es directora del documental 'Recovero' "mi inquietud por la fotografía comenzó hace unos seis años. Realicé el intercambio académico en Colombia, donde hice algún trabajo de fotoperiodismo, y poco después me interesé por el cine y por el género documental" añade. Durante su otro intercambio en Brasil, elegió asignaturas como Dirección Cinematográfica, Edición para Cine o Dirección de Actores "aunque mi grado en Loyola es de Comunicación, utilicé mis estancias internacionales para trabajar más el medio audiovisual".
El poder de la fotografía: contar algo único y muy íntimo
Después de la experiencia dirigiendo 'Recovero: un oficio, una vida', su intención es seguir formándose para contar más historias a través de imágenes "como periodista pienso que las imágenes cuentan algo único y muy íntimo que sería imposible reflejar solo con palabras" confiesa. A Delia le gusta observar detrás de la cámara, fijarse en los pequeños gestos y detalles "que hablan por sí solos, y servir de guía, en caso de entrevistas, para que la persona se sienta a gusto".
La idea de producir el documental surgió durante una clase de Locución y Presentación impartida por Lola Álvarez "en una tarea semanal, me encargó realizar una entrevista y se la hice a mi padre, donde le pedí que hablase de su oficio. Lola Álvarez vio entonces el potencial en aquella historia y me dijo que si hacía un buen guion, me producía un documental” relata nuestra alumni. A partir de aquel momento conté con mi amiga Nerea para trabajar en el guion y, una vez teníamos claro cómo queríamos narrar la historia, comenzamos a grabarla en el verano de 2021 junto a nuestra compañera Natalia".
De izquierda a derecha: Delia Vargas, Lola Álvarez y Nerea Larrinaga.
"Como periodista pienso que las imágenes cuentan algo único y muy íntimo que sería imposible reflejar solo con palabras"
Cuando le preguntamos por el significado del título del documental, nos explica "los que se dedicaban a esta profesión eran personas que se dedicaban a recabar artículos y hacer mandados de pueblo en pueblo, así como revender en el vecindario, especialmente huevos de ave y sombreros de paja". Antiguamente, añade Delia "los recoveros eran los únicos que disponían de un transporte (el burro) y podían ir hasta la urbe a comprar productos de necesidad básica, para luego llevarlos hasta las zonas rurales más aisladas, donde hacían el trueque".
Este oficio ha sido crucial para el desarrollo económico y social de la Andalucía rural desde los años veinte hasta los sesenta "en los años sesenta, con la llegada de la industrialización y el éxodo rural, el oficio de recovero perdió importancia, ya que las personas tenían mejor acceso a los productos y muchos migraron cerca de la ciudad" continúa explicando la directora del documental. La peculiaridad de la familia Vargas, protagonista del largometraje, es que aún ejerce el mismo oficio "aunque ahora no van en burro, sino en furgoneta. Jose Antonio Vargas aún sigue vendiendo a las mismas familias que su padre les vendía hace un siglo".
El documental, un género que requiere de mayor creatividad
El equipo está formado por la profesora de Loyola Lola Álvarez (productora ejecutiva), y las alumnis Delia Vargas (directora, guionista y montadora), Nerea Larrinaga (guionista, directora de fotografía y montadora), Natalia Sepúlveda (camarógrafa y ayudante de montaje), Carlos Perea (ayudante montaje de sonido) y Pablo Ponce, Javier Romero y Álvaro Mora (creadores de la música original).
Portada del documental 'Recoveros' presentado en Loyola.
No cree Delia que el documental sea un género difícil, aunque admite que sí muy impredecible "requiere de menos organización que la ficción, pero de más creatividad. Para que un documental salga bien, hay un trabajo de documentación y guion imprescindible, pero siempre está abierto a mejoras que surgirán durante el rodaje" resalta.
"Lo importante es ser rápida y creativa, porque quizás hay una escena preciosa ante tus ojos que no estaba prevista en el guion"
Lo importante "es ser rápida y creativa, porque quizás hay una escena preciosa ante tus ojos que no estaba prevista en el guion y, si no eres capaz de ver más allá de lo programado y grabar la escena, el documental puede perder esa naturalidad propia del género" por eso "hay que estar atentas, observar muy bien el entorno y saber sacarle el mayor partido a los personajes que aparecen espontáneamente" reconoce Delia.
El proceso creativo "ha sido muy emocionante y duro a la vez, ya que somos un grupo pequeño y hemos invertido muchísimas horas en este proyecto. Pero todo ha merecido la pena, cada paso nos ha dejado algo muy especial" expresa Vargas. Al terminar el guion se dedicaban a fantasear con el resultado de las grabaciones "una vez que las cámaras entraron en acción, lo que veíamos en imágenes era mucho mejor que cualquier idea que tuviéramos". Los personajes, cuenta Delia "tenían un desparpajo y un arte que no paraba de sorprendernos. La gente nos dio la confianza y la libertad para grabar a nuestras anchas, y se creó un ambiente familiar, cercano y con un toque muy cómico".
Parte del público asistente a la presentación de 'Recoveros' en el campus de Sevilla de Loyola.
Comenta Vargas que la parte del montaje ha sido la más desafiante "teníamos que reducir todo lo grabado en 45-50 minutos. De hecho, hay mucho contenido making-of que hemos querido aprovechar para nuestras redes sociales". Esta pieza audiovisual ha pasado ya por muchas versiones "cada vez un poco mejor respecto a sonido, ritmo… Hace poco le añadimos los subtítulos en inglés, así que ya estamos preparadas para participar en festivales de cine tanto españoles como internacionales" añade entusiasmada.
Digirir un cortometraje para contar la vida en las Favelas de Río de Janeiro
No es la única experiencia con piezas audiovisuales, ya que en 2019 dirigió su primer cortometraje en Rio de Janeiro (Brasil), titulado 'É nos' (Somos nosotros), sobre la vida cotidiana en la favela Vila Cruzeiro - A Penha junto con el activista Arthur Lucena "pretendíamos mostrar una realidad que ha sido históricamente distorsionada por los medios de comunicación, la cotidianeidad de una favela que está considerada como la más peligrosa de Río de Janeiro" recuerda nuestra alumni.
En este corto "varias personas muestran diferentes proyectos de vida, cuentan por qué eligieron ese lugar para vivir, qué significa ser un 'favelado' (persona que vive en la favela) y cuáles son los retos a los que se enfrentan. Los temas tratados son diversos: feminismo, agroecología, autocuidado, samba, carnaval, violencia, estereotipos... debates que nos acercan un poco más a lo que ocurre en las favelas de Rio de Janeiro" explica con detalle Delia. Además, también dirigió la fotografía del corto 'Flores de Plástico' (Rio de Janeiro, 2019) y, más tarde, participó como asistente de dirección de fotografía y cámara en el corto 'Atticae' (Oporto, 2020).
