Ya están aquí los exámenes y no hay marcha atrás. Como cada año, por esta época, arranca ese periodo tan temido por los estudiantes de un grado universitario, para quienes las ‘horas extras’ de estudio, le pasan factura al cuerpo y estado de ánimo.
Para que te enfrentes a esta etapa de la mejor manera posible, hemos recopilado los 10 mejores consejos para afrontar los exámenes, consultando a docentes, expertos en memoria e investigadores.
Así que, antes de perder los nervios, toma nota de estas recomendaciones para que optimices tu tiempo y afrontes este periodo ‘infernal’ de la mejor manera posible.
1) Relájate
No se puede estudiar en cualquier circunstancia, unos niveles altos de estrés pueden limitar enormemente la capacidad para retener información, así que antes de empezar a estudiar, cálmate, respira hondo y conciénciate.
2) Ordena la información
Clasifica los apuntes, ordénalos cronológicamente de tal forma que no tengas que hacer un esfuerzo extra con cada párrafo para saber en qué parte va. Separa por temas (si existen), por ideas o grado de dificultad. Piensa en lo que te resulte más cómodo, pero con el objetivo de que tus folios tengan un sentido, una línea argumental.
3) Planifica el estudio con objetivos realistas
Conocerse a uno mismo es vital y tienes que tener muy claro hasta dónde puedes llegar con cada jornada de estudio. Coge un calendario y establece lo que vas a hacer cada día, pero sé consecuente. No te fijes metes superiores a las que seas capaz de asumir, la mente también se agota.
No conseguir los objetivos prefijados puede causar frustración y hacer el estudio más agobiante, así que planifica la jornada con objetivos realistas.
4) Resume y esquematiza
A veces, cuando un estudiante se sienta en la mesa de estudio se encuentra con mucha información entre apuntes de clase, actividades, conocimientos extraídos de la realización de trabajos, diapositivas o textos complementarios. ¿Entra todo? Sí, pero en muchas ocasiones son reiteraciones.
Por tanto, elabora unos apuntes de estudio con las ideas principales bien desarrolladas, a partir de las distintas fuentes de información que has ido recopilando durante las clases de tu grado universitario.
Realizar un esquema o mapa conceptual puede ayudarte a enlazar conceptos, desarrollar mejor las ideas y tener un índice al que siempre recurrir. Piensa que a la hora contestar una pregunta en el examen, si consigues tener el esquema en la cabeza, tus planteamientos seguirán un orden lógico y será más difícil que haya pérdida en la lectura (tanto la tuya como la del profesor).
5) Escribe y subraya
El simple acto de escribir sobre el tema amplía tu perspectiva y favorece la retención de conocimientos. ¿Acaso no produce alegría cuando una pregunta de examen tiene relación con el trabajo final que has presentado? Es algo que has trabajado, por lo que dominas, pero además has tenido que elaborar un texto coherente a partir de la información y vincularla con el contenido de la materia. Bolígrafo y papel pueden ser tus mejores aliados en una jornada de estudio.
El hecho de subrayar implica, por sí mismo, leer la información y acotarla, por lo que la estás haciendo un esfuerzo para procesarla e interiorizarla. Además, de cara a una tercera lectura, tendrás claramente marcado lo verdaderamente importante.
Hasta el momento, no hemos incluido nada que no puedas poner en práctica para superar con éxito esta etapa ‘obligatoria’ de un grado universitario, ¿no? Continuemos con la guía.
6) ¡Repasa en voz alta!
Construir un discurso y exponerlo también requiere de esfuerzo y memorización. Así que levántate de la silla y empieza a desarrollar el tema que acabas de estudiar en voz alta. Suele ser efectivo cuando lo haces apartado por apartado.
Somos seres sociales y nos gusta comunicar, cuando somos capaces de hacerlo sobre un tema en voz alta sin el apoyo de los apuntes significa que algo sabemos del mismo. Además, este simple ejercicio favorece la seguridad en uno mismo y transversalmente, te da tablas de cara a dirigirte a un público.
7) Azul, rojo y verde
Algunos estudios aseguran que el color azul favorece la concentración y la memorización de conceptos. Por su parte, el rojo capta rápidamente la atención, pero su utilización excesiva puede ser altamente contraproducente. Si lo que necesitas es que tus ojos descansen, observar durante unos minutos una superficie en verde más o menos oscuro será lo más eficaz.
8) Estudia y duerme
Efectivamente, nuestras neuronas necesitan descansar y el sueño tiene efecto regenerador en nuestra mente. Además, la época de exámenes suele ir acompañada de un gran desgaste físico y psicológico, por lo que si contribuimos al mismo no durmiendo, esto nos puede pasar factura.
Hay expertos que aseguran que estudiar justo antes de conciliar el sueño favorece la retención de información.
9) Tómate un respiro
Por lo general, se recomienda que se haga un descanso de diez minutos cada hora y media o dos horas de estudio. Cambia de sitio, estira las piernas, despéjate. Somos incapaces de mantener la concentración eternamente y simplemente se agradece parar un poquito.
10) Estudia en grupo
Crear grupos de estudio de 2 a 4 personas para repasar suele ser útil para aclarar dudas (también te recomendamos que acudas a tutoría con el profesor, si la ofrece) y consigues que el trabajo sea más ameno. Podéis contaros la lección alternativamente y añadir información entre todos. ¡Pruébalo!
Y hasta aquí llega nuestra propuesta, para los estudiantes de un grado universitario, con los 10 mejores consejos para afrontar los exámenes, pero permítenos una recomendación final. ¡APRENDE! La pura labor memorística ya no tiene sentido, se supone que te estás formando para conseguir ser un buen profesional, así que intenta aplicar lo que estudias a tu vida y proyectos.
¡A por ello! ¡Muchísima suerte!
