Rafael Avilés es profesor de la asignatura de Fotoperiodismo en la Universidad Loyola "pretendo que se acerquen lo máximo posible al oficio del fotoperiodista" nos explica. Hablamos con él, con Alejandro Maidero y Guillermo Morales (estudiantes del grado en Comunicación) para profundizar en la asignatura y reflexionar sobre sus trabajos que podéis ver aquí. La foto principal del post es de la estudiante Berta Santiago.
El objetivo de la asignatura de fotoperiodismo es que los estudiantes aprendan qué imágenes tienen valor informativo e interés social, así como la forma de producirlas o recogerlas. También se da una mínima formación técnica en el manejo de la cámara "como profesor me interesa mucho más la capacidad del alumno por pensar en temas interesantes, así como documentarse y aprender a acercarse a los fotografiados, que la calidad técnica de las fotografías" reconoce Avilés.
El objetivo de la asignatura de fotoperiodismo es que los estudiantes aprendan qué imágenes tienen valor informativo e interés social, así como la forma de producirlas o recogerlas.
Talento oculto en las clases
A pesar de que el grueso de la asignatura se centra en otros aspectos "la mayoría de los estudiantes mejoran sus capacidades técnicas durante el curso, tanto en la toma de la imagen como en su edición" cuenta el profesor de fotoperiodismo. Además "en cada curso hay dos o tres alumnos que me sorprenden muy positivamente, pues ni siquiera ellos mismos sospechaban que tenían un gran talento para dedicarse a la fotografía" añade Avilés.
Fotografía de Sara Lacalle.
"La fotografía les sirve para su futuro quehacer laboral porque en el mundo de la comunicación cada vez exige profesionales con más habilidades relacionadas con el mundo de la imagen"
Aunque no se terminen dedicando a ella, explica Rafael Avilés que la fotografía les sirve para su futuro quehacer laboral "en el mundo de la comunicación cada vez exige profesionales con más habilidades relacionadas con el mundo de la imagen". Por último, otro aspecto de la asignatura al que da mucho valor Rafael es al acercamiento a la obra "de los grandes maestros de la fotografía documental y periodística".
El amor por la fotografía que nace cuando ni aún existían los smartphones
"Mi amor por la fotografía comenzó cuando era pequeño, aún los móviles actuales no existían y mis padres me regalaron una pequeña cámara digital de la marca Canon que usaba para fotografiar animales y monumentos" explica Alejandro Maidero, estudiante del grado en Comunicación. Cuando nuestro alumno le enseñaba sus fotografías "mucha gente me decía que tenía un buen encuadre y se me daba bien de manera natural, así que me inspiraba para seguir haciendo más" cuenta.
"Mi amor por la fotografía comenzó cuando era pequeño, aún los móviles actuales no existían" dice Alejandro.
Fotoperiodismo ha sido una de las asignaturas que a Alejandro le ha hecho sentir más seguro en un nivel profesional. De Rafael Avilés destaca que ha sido uno de los profesores "que más ha valorado el trabajo individual tanto dentro como fuera de las aulas, e incluso en los aspectos más técnicos de la fotografía nos ha inculcado los valores y los principios que los rodean" añade.
Alejandro nos cuenta la historia de su trabajo final para Fotoperiodismo "Juan Rodríguez es uno de los mejores educadores para jóvenes con necesidades especiales que he conocido en mi vida, fue el instructor que me atendió para hacer el reportaje final de fotoperiodismo en el Zoológico Jardín Botánico de Córdoba" contextualiza. Tras una entrevista muy profunda "y una charla que provocó nuestra repentina amistad, después de dar un itinerario por el zoológico, me llevó a su escuela, donde me mostró uno de los terrarios en los que guardaba un pequeño ejemplar de tortuga pintada".
Contar historias y transmitir mensajes desde el punto de vista visual
La pasión por la fotografía de Guillermo Morales, alumno de la asignatura de Fotoperiodismo, empezó cuando tenía 13 años y todo gracias al cine. Él, nos reconoce, solía ver las películas centrándose en la historia "sin embargo, un día me pregunté viendo la película de Elem Klímov 'Ven y mira' ¿por qué este plano? Y fue con esa cinta con la que empecé a darme cuenta de que en el cine nada es casualidad y que detrás de cada secuencia hay un director de fotografía que ha estudiado milimétricamente el sitio donde colocar la cámara para contar y transmitirme algo como un mensaje o un sentimiento" reflexiona.
"Empecé a darme cuenta de que en el cine nada es casualidad y que detrás de cada secuencia hay un director de fotografía" cuenta Guillermo.
Desde aquel entonces quiso hacer lo mismo "contar historias y transmitir mensajes desde el punto de vista visual y no he parado de hacer proyectos tanto personales como profesionales" cuenta nuestro estudiante. "Muchas personas disfrutan de la fotografía como un hobby o una forma de arte personal, otros la utilizan como una herramienta profesional en campos como la publicidad y el periodismo, yo quiero disfrutar de mi hobby trabajando con mi herramienta profesional: la cámara" puntualiza.
Fotografía de Guillermo Morales.
Guillermo ha aprendido de la asignatura de fotoperiodismo "que además de hacer fotos, podemos adquirir una variedad de habilidades y técnicas para capturar imágenes que cuenten historias y comuniquen mensajes" reconoce. Si tuviera que resumir los temas más importantes en la asignatura, para él, serían varios: "haber conocido los mejores y sus trabajos, porque para aprender de fotografía hay que ver mucha fotografía; la ética y responsabilidad que conlleva esta profesión con temas como la privacidad, la manipulación y verificación de informaciones; y la fotografía de prensa, puesto que se pueden explorar las técnicas y estrategias utilizadas para la fotografía en situaciones de actualidad" concluye.
"Además de hacer fotos, podemos adquirir una variedad de habilidades y técnicas para capturar imágenes que cuenten historias y comuniquen mensajes" dice Guillermo.
Como Alejandro, Guillermo también nos ha contado la historia de su emotiva fotografía que sirvió para ser su trabajo final. Para él tiene un signficado especial "Consuelo y Carlos son madre e hijo y han vivido siempre junto sus 3 hermanos, pero se han ido de la ciudad y ahora se encuentran viviendo completamente solos" comienza. Consuelo es una señora de 80 años se tiene que encargar sola de su hijo con síndrome de Down "y es que la cara de Consuelo lo dice todo: le preocupa qué va a ser de ella y, aún más importante, qué va a ser de él cuando ya no esté" observa Guillermo.
Sin embargo, relfexiona más aún y nos cuenta que Carlos la abraza con la misma alegría de siempre "porque sigue como siempre, al lado de su madre". De fondo "y saliendo de su cabeza como si de un bocadillo de cómic se tratara, está Cazorla, pueblo natal de Consuelo y que tiene muy presente en su vida porque, al igual que han hecho sus hijos, tuvo que dejar atrás a sus hermanas para venir a Córdoba" finaliza.
