El Cardenal de Rabat, D. Cristóbal López, ha sido invitado por la Cátedra Andaluza para el Diálogo de las Religiones (CANDIR) a dar una conferencia en la Facultad de Teología de Granada de la Universidad Loyola.
El Cardenal de Rabat, Cristóbal López, ha visitado la Facultad de Teología de la Universidad Loyola para compartir su experiencia en Marruecos y hablar de los retos del cristianismo y la iglesia en Magreb y del cómo se vive el Evangelio en minoría significativa. El cardenal tiene una larga experiencia trabajando en zonas y barriadas desfavorecidas, ha estado implicado en los barrios de la Perona y la Verneda (Barcelona), en Paraguay, Bolivia y Marruecos.
Invitado por la Cátedra Andaluza para el diálogo de las Religiones (CANDIR) que preside el jesuita, Jaime Flaquer, el cardenal quiso, antes de su intervención, recorrer las aulas de la facultad y dialogar con los estudiantes.
Al acto también han acudido Mons. José Mª Gil Tamayo, arzobispo de Granada y el sacerdote, Rafael Vázquez, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales
Jaime Flaquer, SJ, ha explicado que cuando propuso al sr. Cardenal hablar de retos del cristianismo y la vivencia del Evangelio en Marruecos “busqué poner de relieve cómo en Marruecos, la iglesia está impelida, por las circunstancias, a vivir el Evangelio en toda su pureza” y ha añadido que “si el papa Francisco ha nombrado cardenal al obispo de una diócesis tan pequeña es que hay algo en su manera de vivir el Evangelio que puede ser significativo para otras Iglesias”.
Durante su intervención, el Cardenal ha recordado la llamada del Papa Francisco a evitar la autorreferencialidad de la Iglesia y ha afirmado que “yo no trabajo en Marruecos para la Iglesia sino en Iglesia, trabajo por el Reino de Dios”, y ha explicado que “la Iglesia no trabaja para sí misma, ni es referencia para sí misma, sino que ha de ser una Iglesia en salida.”
El Cardenal ha remarcado que la mayor parte de los cristianos en el país son africanos: estudiantes universitarios becados, migrantes, trabajadores o funcionarios extranjeros que celebran su fe junto con trabajadores occidentales.
Según el Cardenal se habla de 30.000 católicos, es decir, de un máximo de un 0,1% de la población, aunque, también ha explicado que no existe ningún censo oficial “sin embargo, existe un gran reto de construcción de comunidad porque un 25% de ellos abandonan el país y son reemplazados por otros” a lo que ha añadido que “se trata de una iglesia considerada extranjera que vive su presencia lejos de todo proselitismo; que vive en plenitud tanto las eucaristías con centenares de personas en la catedral de Rabat como aquellas que se celebran con media docena en lugares apartados”.
En definitiva, el sr Cardenal insufló aire fresco del evangelio vivido en estado puro para ayudar a nuestras iglesias europeas a vivir los retos que tienen planteados.
