Guillermo Barrera, alumni del Máster en Formación del Profesorado: "La orientación y formación de Loyola son marcas propias que no son fácilmente comparables a otros programas"

10/06/2021

Guillermo Barrera, es alumni del Máster Universitario en Formación del Profesorado. Ingeniero Industrial de formación y con experiencia laboral como ingeniero en diferentes empresas del sector industrial, decidió en 2019 dar un nuevo rumbo en su vida y cumplir su sueño de formar a nuevos profesionales. 

-Pregunta (P): Ser docente en tiempos de pandemia ha sido todo un reto y, sin duda, esta crisis sanitaria ha propiciado grandes cambios en la forma de aprender y enseñar ¿Cómo lo has vivido?

-Respuesta (R): La pregunta se encuentra enmarcada en la docencia, pero yo me atrevería a decir, que la pandemia ha generado en todos, una necesidad importante de ‘Ingeniarnos’ las formas de aprender y educar.

Las normas han cambiado, ha sido muy importante la capacidad de cambio que tengamos cada uno y que nos ha afectado esta nueva situación. Considero que para un buen docente, en las fechas actuales resulta francamente clave la capacidad de ser activo, dinámico y humano, como de comprender el nuevo mundo que se ha abierto.

En mi caso he tenido que adaptarme a unos criterios totalmente nuevos y, en cierto modo, exigentes porque el modelo educativo que se conocía en los últimos años ha cambiado radicalmente en este último curso. Lo más importante es cumplir con la planificación prevista y no perder de vista el objetivo marcado. Solo aquellas personas que sean capaces de coger el tren del cambio, como ser 'ingenieros de la vida’, podrán adaptarse mejor a cambios del hoy y del mañana.

-(P): Fuiste alumno del Máster en Formación del Profesorado de Loyola ¿Por qué decidiste hacerlo? ¿Qué aspectos destacarías? ¿Qué te parece diferencial con respecto a otros programa similares?

-(R): Llevaba varios años pensando en entrar en un programa de formación de profesorado; terminé en la Universidad Loyola por casualidad pero me alegra haber llegado y finalizado mi formación. Mi camino en Loyola comenzó en el proceso de selección en julio del 2020.

Creo totalmente en la entidad, en sus principios, en sus conocimientos. Estudié en el colegio Portaceli de Sevilla y conozco bien las posibilidad que ofrece la Fundación Loyola, en pocas palabras se puede resumir en la frase «mi casa es el mundo». Era sabedor de que siempre estaría a la vanguardia de los diferentes programas de formación, porque forma parte del ADN de Loyola, educar y formar a las personas del hoy para el futuro.

Observando otros programas, sin lugar a duda la capacidad de adaptación, orientación, formación de Loyola, junto a sus propios principios son marcas propias que de por si no son fácilmente comparables a otros programas.

-(P): ¿En qué medida te ha ayudado el máster a incorporarte al mercado laboral?

-(R): El prestigio de Loyola ya es de por sí una gran ayuda, es una marca reconocida a nivel nacional e internacional. En Loyola te apoyan y dan seguridad, cuando se tiene alguna duda siempre buscan una solución y se trata de reorientar en caso de algún problema. Loyola te ayuda a ser constante, moderado o simplemente realista con tus posibilidades. Si necesitas sopesar o simplemente plantearte quién eres, la propia entidad te empuja a encontrarte contigo mismo.

 -(P): Ahora que trabajas en un centro de formación como CESUR ¿crees que el máster te prepara para la vida profesional? ¿Qué crees que te ha aportado como profesional?

-(R): En mi caso, ha resultado francamente importante la acumulación de años de experiencia profesional como Ingeniero en diferentes áreas unido a diferentes formaciones universitarias, y por supuesto a la preparación que dan en el Máster de Profesorado de Loyola, pues el perfil de docente de formación profesional requiere de una carga laboral acumulativa importante.

El Master en sí, es una introducción a este mundo de la docencia, y te capacita para saber dar los primeros pasos en este sentido y tener conocimientos críticos para tomar las diferentes decisiones que se crean necesarias. La capacidad como docente, lo vas adquiriendo con el tiempo, con los éxitos y los errores.

-(P): ¿Recomendarías el MUES a otro estudiante? ¿Por qué?

-(R): Sin lugar a duda, la respuesta es sí. El motivo es sencillo, en Loyola te dan cobijo y es una gran familia, no dejan que te quedes solo y todo esta orientado en la ayuda y en el empuje hacia la persona. El límite lo pone cada uno. No hay cosa más bonita que enseñar a los demás, sea con palabra escrita o leída, y en el Máster de Formación del Profesorado de Loyola, gracias a su organización, gestión e innovación constante, saben cómo llegar a ello.

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