Manuel Redondo Vidal es el director del Colegio Salesianos de Algeciras. Licenciado en Psicopedagogia y experto universitario del ámbito de Ciencias Sociales en Geografía e Historia, es el primer seglar en alcanzar la dirección del centro docente religioso. En la Universidad Loyola imparte clase en el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas de Loyola Másteres.
Pregunta: La Educación es pieza clave en la formación de una persona ¿cómo cree que se está formando hoy día a los jóvenes en España?
Respuesta: Puede que mi respuesta a esta primera pregunta no esté muy alineada con la opinión mediática que puede existir a este respecto. Personalmente, considero que nuestros jóvenes, de manera general, tienen una buena formación a nivel de conocimientos, competencias, habilidades... Esta opinión puede ser contraria a la creencia social, pero me pregunto, ¿qué resultados tienen nuestros jóvenes en el extranjero cuando salen de Erasmus? ¿Es España un país ‘exportador de talento’ para la investigación? Quizás debamos avanzar en llegar con mayor eficacia a todo el alumnado desde edades tempranas, es decir, profundizar en atención a la diversidad para reducir el fracaso escolar.
Mi experiencia profesional después de trabajar en diferentes contextos e instituciones educativas me lleva a pensar que nuestro sistema educativo es un sistema de oportunidades gracias a la vocación de un altísimo porcentaje del profesorado.
(P): La pandemia ha puesto a prueba muchos centros y a muchos docentes, ¿cómo está impactando en la innovación educativa?
(R): Ciertamente la situación que estamos viviendo, ha puesto a prueba a esta sociedad en muchas cuestiones. Organización y gestión de entornos sanitarios, sistemas de compra-venta telemáticos, paquetería y mensajería, adaptación a situaciones de teletrabajo... Sin darnos cuenta se están produciendo grandes cambios que considero han venido para quedarse en su gran mayoría. Como no puede ser de otra manera, también la escuela, institución en continua transformación, está implementando cambios en la manera de llevar a cabo su actividad. Flipped-Classroom, proyectos de investigación, utilización de recursos de la red, síntesis de información mediante infografías... forman parte ya de la manera de desarrollar el curriculum en el aula. Me atrevería a decir que se han abierto de verdad las puertas de la escuela a la sociedad.
Creo que el sustrato de este cambio está en haber pasado de una concepción de la institución educativa como ‘propietaria del saber’ atesorado en sus bibliotecas donde lo importante era el ‘conocimiento semántico’ a una escuela que sale a la sociedad a aprender porque, en un entorno VUCA (Volatility, Uncertatinty, Complexity y Ambiguity), el conocimiento cambia y está fuera de ella. Esta escuela de hoy busca hacer al alumno competente para este entorno, para la vida.
(P): ¿De qué manera ha mejorado la tecnología los procesos de enseñanza y aprendizaje en este último año?
(R): Los grandes cambios en la vida se dan por la necesidad de adaptación. Y, si bien la escuela estaba en los últimos años dando tímidos pasos hacia la digitalización, esta realidad de la teledocencia ha acelerado la transformación definitiva del modelo de enseñanza. Plataformas digitales como Google classroom, Teams, Zoom... se han convertido en los nuevos entornos de desarrollo de la docencia y en los nuevos patios de relación de nuestro alumnado. Podríamos decir que se han producido grandes avances hacia la e-educación. Salesianos-España institucionalmente ha dado importantes avances en esta línea. Desde hace un par de años existen acuerdos con gigantes de este sector, como es el caso de Google para el uso de sus herramientas educativas para el aula. Universalización de correos corporativos para todo el alumnado de cualquier nivel y el uso de entornos virtuales de aprendizaje como Google Classroom son una realidad ya en cualquier centro de esta institución.
(P): ¿Qué cualidades debe tener un buen docente hoy día?
(R): Asistimos a un cambio de rol. El profesor ha pasado de ser ‘el propietario del saber’ a ser un gestor del trabajo en el aula, tomando protagonismo en la distribución de los tiempos, la organización del aula, tipos de agrupamientos, tipo de tareas a realizar. Estamos en la sociedad de la información y es fundamental desarrollar habilidades para acceder a ella, y para manejarla adecuadamente. Mediante su práctica docente debe promover el desarrollo de habilidades de comunicación, de cooperación, de pensamiento crítico y sobre todo creatividad. Si tradicionalmente un buen docente ha debido ser modelo para sus alumnos, hoy en día tiene que tener un importante potencial inspirador.
(P): ¿Cuáles serán los principales retos a los que tendrán que enfrentarse nuestros estudiantes cuando comiencen sus prácticas profesionales?
(R): Una escuela nueva, en desarrollo, donde los propios profesionales ya en ejercicio están reinventándose siempre, aunque ahora más que nunca por las circunstancias. Los nuevos entornos virtuales de comunicación van a ser un escenario nuevo en expansión.
La cercanía al alumno tan necesaria y eficaz en cualquier acción educativa es ahora complicada. Todo un reto sentirse cerca del alumno en esta circunstancia. Casi con total seguridad van a encontrar una escuela diferente a la que dejaron hace pocos años cuando fueron a la Universidad por este reprís en la innovación que se ha producido en los últimos años. El gran reto para ellos es ser investigador; mantener la inquietud de probar maneras diferentes de trabajar en el aula. Si siempre haces lo mismo, siempre obtienes lo mismo y es necesario ir adaptando la práctica docente a la diversidad de variables que intervienen a cada situación.
(P): ¿Qué destaca del Máster Universitario en Formación del Profesorado?
(R): Es una oportunidad para descubrir una verdadera vocación por la docencia. Asimismo, por las características del equipo de profesores de las distintas asignaturas y especialidades, supone un contacto con profesionales de diferentes contextos con la riqueza que supone para los estudiantes conocer realidades diversas. Esto, junto con el tamaño del grupo de estudiantes del master, que permite una atención muy individualizada, a mi juicio, son dos grandes valores del Máster. Asimismo talleres, master-classes & workshops complementarios considero que suponen un importante valor añadido para la reflexión y la diferenciación, tan necesaria en el entorno laboral hoy.
(P): ¿Qué recomendación le da a los estudiantes del máster, que le hubiese gustado recibir a usted cuando comenzó a trabajar?
(R): Disfrutar cada momento. Pasan por nuestras aulas gran cantidad de alumnos en los que dejamos una importante huella. Estoy convencido de que la docencia es la profesión más bonita del mundo, pues como dicen, es la que crea todas las demás. Lo más importantes, ser capaces de llegar a cada alumno y que verdaderamente sienta nuestra preocupación por él y por su aprendizaje. Sin duda, es muy satisfactorio cuando un alumno te dice que quiere estudiar lo mismo que tú porque tus clases han despertado un importante interés en él. Y la mejor recompensa, sin duda, es ver a tus antiguos alumnos al cabo de los años recordando y añorando sus vivencias en ese aula en la que también estabas tú.
