Óscar González: «El elemento experiencial es clave en una adecuada formación»

22/02/2021

Óscar González es director de las Obras Salesianas de Carmona y La Palma del Condado. En Loyola Másteres, la escuela de postgrado de la Universidad Loyola, imparte clases en el Máster Universitario en Formación del Profesorado.

Lleva toda su vida dedicado al mundo de la Educación, los últimos años más ligado a la formación de directivos y educadores de escuelas, así como a otros proyectos que buscan las sinergias entre centros salesianos. Preocupado y en formación constante sobre el desarrollo de personas y su valor esencial en el mundo escolar.


(P): La de docente suele ser una profesión vocacional, ¿qué fue lo que le hizo dedicar su vida a formar a los demás?

(R): Ciertamente la Educación es una profesión con un marcado carácter vocacional. En mi caso, y echando la vista atrás, la primera figura que me marcó fue mi padre, que era maestro. Recuerdo que ya me llevaba al cole con pocos años, antes incluso de empezar mi escolarización. Luego, mi vinculación con los Salesianos me hizo terminar de ver claro que quería dedicarme a esto: educar para ayudar a los jóvenes a tener una vida plena, con sentido y llena de oportunidades de futuro.

(P): ¿Cómo cree que la pandemia está afectando a los jóvenes de los colegios? ¿Cree que les dejará algún tipo de secuela?

(R): Es pronto para hacer una valoración de ese tipo. Los primeros meses de confinamiento fueron difíciles y, aun en la distancia de las pantallas y las clases virtuales, detectábamos cierta tristeza en los jóvenes. En este curso la labor que se está haciendo es excepcional a pesar de las restricciones y los protocolos, potenciado la dimensión social que tiene el proceso educativo. Sí creo que debemos estar muy atentos a las necesidades emocionales del alumnado que es donde quizás la pandemia esté haciendo más mella, sin olvidar la parte académica, aunque esta creo que es más fácilmente recuperable.

(P): ¿Cómo cree que se forma en España a los docentes?

(R): Pues en general creo que de manera insuficiente. Cuando un docente llega a un centro educativo suele tener una suficiente formación de corte teórico, pero excesivamente alejada de la realidad educativa actual. Los primeros años de ejercicio de la profesión son claves para el desempeño futuro, y en ocasiones los centros deben cubrir necesidades formativas de tipo más práctico que no vienen resueltas.

En este sentido, pienso que tanto las prácticas como alguna formación a modo de residencia sería muy importante y ayudaría a dar un salto cualitativo en la calidad de la formación docente. La continua relación entre la universidad y los centros e instituciones educativas también se me antoja fundamental para actualizar los planes formativos de los distintos títulos universitarios.

(P): ¿Qué cualidades cree que tiene el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Loyola Másteres?

(R): A nivel global creo que es un Máster excelente. Y en concreto incorpora dos características que son muy importantes en la formación inicial de un docente. Por una parte, una buena gestión de las prácticas, con la posibilidad de ampliarlas temporalmente e incluso de hacerlas fuera de España. Ese elemento experiencial es clave en una adecuada formación. Por otro lado, el sano equilibrio que existe en los miembros del claustro entre profesorado propio de la Universidad y profesionales del mundo educativo, que aportan tanto la visión más práctica y contextual de la docencia como la profundización en determinados contenidos y la excelencia académica.

(P): ¿Cuáles serán los principales retos a los que tendrán que enfrentarse nuestros estudiantes cuando comiencen sus prácticas profesionales?

(R): Creo que uno de los retos fundamentales es el de tener la mente muy abierta y ser capaz de desaprender. Está más que evidenciado que solemos dar clases y desarrollar la profesión tal como lo hemos vivido cuando éramos alumnos. Las prácticas son una oportunidad para ver otras maneras de ejercer esta fantástica tarea de una manera más adaptada a la realidad actual del alumnado y a todo lo que se va evidenciando en el ámbito de la innovación pedagógica.

(P): ¿Qué recomendación le da a los estudiantes del máster, que le hubiese gustado recibir a usted cuando comenzó a trabajar?

(R): Que no tengan miedo a decir si algo no les va bien en los primeros momentos. A veces se ve como un problema y realmente es algo normal. La inmensa mayoría de los docentes que comienzan tiene dificultades en distintos ámbitos como la gestión del aula, el desarrollo del curriculum, aspectos administrativos... Si son sinceros, desde los centros se les prestará ayuda y apoyo que será fundamental para su desarrollo profesional y su propia satisfacción. Hay que tomarse los primeros años como una continuación natural del propio proceso formativo.

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