María de los Reyes Barrenengoa Bulnes, Yeyi para los amigos, es una chica inconformista e incansable en todo lo que a exprimir su vida universitaria se refiere. Está finalizando su doble grado en Relaciones Internacionales y Comunicación. En estos cinco cursos ha aprendido mucho, ha sido presidenta de Alpha Sigma Nu y ha vivido estancias en el extranjero únicas.
Un año en Alemania y seis meses en Nueva Orleans, EEUU, le ha valido para "sentirse orgullosa por su paso por la Universidad Loyola por haber crecido personalmente y profesionalmente gracias a haber aprovechado las oportunidades".
PREGUNTA (P): ¿Por qué Loyola y por qué tu doble grado?
RESPUESTA (R): Realmente elegí Loyola un poco de forma aleatoria. Al principio quise estudiar medicina, pero me di cuenta que aquello no era para mi, pese a desde pequeña pensar que lo tenía claro. Tenía la referencia de dos amigas que estudiaban en la Universidad Loyola que me incentivaron a lanzarme y probar esta Universidad.
Acudí a la Jornada de Puertas Abiertas y un alumno nos contó su experiencia universitaria en el grado en RRII, con su charla me enamoré de todo lo que contó, me hizo pensar que ese grado podría ser para mi. Posteriormente volví a la Universidad para tener un encuentro con el SOI y que me ayudasen a orientarme en lo que quería hacer en mi futuro y me recomendaron hacer el doble grado de Relaciones Internacionales con Comunicación, para no cerrarme ninguna puerta. Para mí fue una combinación perfecta para crecer en un ámbito que estaba fuera de mi zona de confort.
(P): Tu vocación, por tanto, estaba ahí porque siempre has querido ayudar...
(R): Al principio quería hacer medicina porque yo quería ayudar y centrarme en buscar soluciones para las personas, estar ahí y tener contacto personal. No tenía en mente RRII y Comunicación, pero es otra forma de ayudar desde una perspectiva diferente, es otra vocación muy bonita y de la que se puede sacar mucho partido y provecho si te enfocas en ello.
(P): Cuéntanos lo que has vivido y todo lo que te ha enseñado tus estancias en el extranjero.
(R): Sin duda mis estancias en el extranjero han sido un factor fundamental y que agradezco muchísimo a Loyola y a mis padres por haberme permitido tener esta oportunidad. Ha sido una forma de crecer exponencialmente. Mi experiencia en Alemania fue enfrentarme a la realidad; primera vez que me iba fuera de casa, un año, sin saber cómo iba a ser todo, otro sistema educativo, un ambiente diferente rodeada de alumnos internacionales... pero fue el mejor choque que pude tener. Hice un grupo con otros compañeros internacionales que a muchos los sigo teniendo a día de hoy como amigos, además, me pude formar en un ámbito que era muy diferente para mi, una enseñanza alemana que no tiene nada que ver con la que conocemos y tuve la oportunidad increíble de conocer y viajar por toda Europa.
EEUU ha sido la mejor experiencia que he vivido en mi vida. Aunque solo haya sido un semestre, ha sido lo mejor que he podido experimentar y aprovechar en muchos años. He podido irme al otro lado del mundo, conocer a muchísima gente que jamás me hubiera imaginado que podría conocer, estudiar mi sueño y vivir en una película americana. Estuve en el equipo de baile, me metí de lleno entre los alumnos internacionales, aprendí en una enseñanza muy práctica... a día de hoy me siento muy agradecida porque por tener esta oportunidad y haber tenido la suficiente motivación de salir y conocer estos destinos tan increíbles.
(P): ¿Cómo definirías en una palabra o en una frase tus estancias en el extranjero
(R): Para mi la palabra sería tesoro. Al final me llevo grandes tesoros y la oportunidad en sí es un tesoro. Una frase sería, la mejor experiencia de mi vida. Me he arriesgado a salir adelante, también me he enfrentado a otras realidades y he conocido mundo, todo ha sido increíble para mí.
(P): ¿Qué habilidades crees que has desarrollado por tu etapa universitaria?
(R): Puedo decir que entré en la universidad como alguien que tenía miedos y sin saber muy bien que esperar, y ahora, a día de hoy, me siento muy orgullosa de lo que soy, de mi formación, mis valores, como la empatía o el esfuerzo, que es lo que me hace tener ganas de comerme el mundo y disfrutar de la vida. También, las habilidades sociales adquiridas en las asignaturas de Comunicación, que me han permitido desarrollarme y sentir que puedo conseguir lo que quiera con mi trabajo.
(P): ¿La Universidad Loyola marca la diferencia?
(R): Sin duda. Puedo decir que Loyola no es una universidad cualquiera, y lo digo desde la experiencia de una alumna que ha estado aquí. Loyola es una universidad en la que puedes pasar dejando huella y esa ha sido mi intención en todo momento. Puedes aprovechar todo lo que te ofrecen tus profesores, departamentos y compañeros, y en ese sentido, me ha permitido abrirme puertas, conocer y tener contactos con profesores que trabajan en ámbitos muy interesantes, y sobre todo, formarme y aprovechar mis experiencias en el extranjero, que no cualquier universidad te ofrece y te da tantas facilidades.
(P): ¿Qué les dirías a aquellas personas que, aún teniendo la oportunidad, no aprovechan el irse al extranjero?
(R): Les diría que se tiren a la piscina, que no lo duden, que al final esto es una aventura y hay que arriesgarse poniendo toda la carne en el asador. Lo máximo que puede pasar es que te digan que no, pero al final todo se soluciona, y en ese consiste, en arriesgarte, enfrentarte a las situaciones y salir de tu zona de confort, ahí está la oportunidad. Descubres un mundo que jamás hubieras imaginado con las experiencias en el extranjero.
Todos tenemos miedo al principio al irnos de casa y que todo sea extraño, pero sales y ves que hay mundo más allá. Hay grandes cosas que pueden aparecer y grandes personas que puedes conocer, es una experiencia que nadie puede perderse.
